By EN LÍNEA
Por Humberto Aguilar
Devastados por el dolor de perder a un miembro de nuestra familia, nos llena de luto el corazón. Las familias Aguilar Castillo, Zuazua Aguilar y la familia Zuazua Puga lamentamos con dolor el fallecimiento de Francisco Zuazua, esposo de mi hija Isaura Esperanza. Nos deja como grato recuerdo a su pequeño Hari Sebastián, quien tiene solamente 1 año y 4 meses. Todo fue muy repentino, no soportó un terrible cáncer que le invadió y se lo ha llevado a la edad de 63 años.
Velamos a Francisco en la Funeraria San Juan, en la colonia Versalles. Estuvieron con nosotros su equipo de trabajo de Los Mangos, su médico de cabecera el Doctor Aarón, su tía y amigos que mostraron su sentimiento y el amor que despertó en todos. En su féretro, sus guantes de golf y unas pelotas, porque seguramente alcanzará a llegar a la partida dominical de aquel grupo de Los Bribones en el mejor campo que estará seguramente en el cielo.
Junto a su féretro sus bastones que no se podrá llevar, pero seguramente encontrará allá un equipo mejor que le dará la fuerza y la distancia para superar todos los campos que encuentre en el cielo y en las estrellas al lado de nuestro Señor Jesucristo.
Paco vivió, realmente poco tiempo, lo disfrutó en su matrimonio con Isaura Esperanza y lo disfrutó también al lado de su pequeño, que no supo lo que pasó pero de pronto ya no lo encuentra cuando con su vocecita le grita “papá, papá” repitiendo la palabra para luego hablarle a su mamá. Hari Sebastián solamente lo conocerá por las muchas fotos que se tomó con él. Quienes quedamos, le recordaremos el gran amor de su padre hacia toda la familia.
En la funeraria, su equipo de trabajo de Los Mangos reconocieron que Paco fue un ejemplo de trabajo, cada día al abrir Los Mangos se reunía con ellos y les explicaba la forma de trabajar y lo primero que hacían era gritar una porra para alimentar su emoción por el desempeño que habrían de tener en atención a quienes asistían a este lugar.
Este domingo, en la parroquia de San Miguel en el Pitillal, se ofreció una misa de cuerpo presente en la tarde, a la que asistieron un gran número de amigos, entre otros sus compañeros de cada semana en el golf, así como el licenciado Juan Pablo Martínez, quien es presidente de la Coparmex, y Jorge Careaga.
Nuestro Paco Zuazua trabajó durante varios años en el hotel Las Palmas, de Gabriel Igartúa, pero antes desarrolló toda su capacidad en hoteles de Manzanillo, Colima, y en la Costa Alegre de Jalisco. Trabajó al lado de gente muy experimentada.
Con nosotros vivió recordando a su mamá que se anticipó en el viaje eterno y nos narró cada una de sus experiencias y de su afición al futbol, donde fue miembro de las fuerzas menores del Rebaño Sagrado, pero su gran afición fue hacia el América, que lo siguió con fidelidad hasta el último día.
Su aspiración de todos los días fue ver crecer a su hijo Hari Sebastián e inducirlo a practicar el deporte de sus amores, el futbol y el golf.
Ruego públicamente conservar el recuerdo de este gran personaje que fue para todos los que le conocimos, pero sobre todo para estas familias que están llenas de luto.
