Mantas gigantes, especie marina en peligro de extinción y objeto de estudio en la bahía

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

De la diversidad de especies marinas que pueblan la bahía de Banderas, sin duda una de las más desconocidas es la manta oceánica, la cual está catalogada como en peligro de extinción, pero de momento abunda en las costas de la comunidad indígena de Chacala, en Cabo Corrientes, y es objeto de estudios de solo hace unos cuantos años a la fecha.

Aldo Zavala Jiménez, hijo del conocido periodista Sebastián Zavala, egresado de la carrera de biología del Tecnológico Nacional de México de Bahía de Banderas, es uno de los afortunados estudiantes que en los últimos años ha participado en los proyectos de estudio de la manta gigante o manta oceánica y recientemente estuvo en las Islas Revillagigedo como parte de un equipo de estudio.

Al relatar cómo fue que se involucró en el tema, refiere que “estábamos buscando temas de tesis para titularnos, y en 2014 llegó el doctor Joshua Stewart, líder del proyecto en Bahía de Banderas, que estaba haciendo su doctorado en ese momento de las mantas en todo el mundo y apenas se había enterado que había una población de mantas gigantes aquí, y llegó y ofreció estadías, o estancias de investigación con él, en Yelapa”.

Al recibir la propuesta, “luego aceptamos los que estábamos buscando temas y nos gustaba el mar, así que de 2014 a 2015 estuvimos viviendo en Yelapa por un buen tiempo, y estuvimos apoyándolo en actividades de investigación”.

Y agregó: “El nos enseñó cómo se realizaban los monitoreos desde lanchas, cómo se identificaban las mantas, nos preparó para el trabajo de campo y también en análisis de datos y aprendimos muchísimo, y de 2015 en adelante acabó su monitoreo pero siguió apoyándonos y consolidó este grupo de investigación de estudiantes en el inicio, pero ahora ya somos técnicos de campo, mi compañera Iliana Fonseca, coordinadora local del proyecto ahora es académica del Tecnológico Nacional de Bahía de Banderas, y por lo tanto como que nos estamos empezando a diversificar como  investigadores”.

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES

Se le pregunta, cómo se identifican las mantas, porque con las ballenas sabemos que es mediante la fotoidentificación de la cola… en el caso de las mantas ¿cómo es?

Es algo similar, aunque las mantarrayas tienen un patrón único en su vientre, donde tienen manchas y dependiendo de la coloración de la manta, porque hay dos una es chedrón, que es tipo azul marino con unas manchas blancas en el dorso o completamente negras, pero en el vientre, si es chedrón, tienen manchas negras como si fueran dalmatas y si es negra tienen manchas blancas, así que con esas manchas las identificamos a cada una individualmente, porque cada patrón es único en cada individuo, es como la huella digital.

- ¿Y se les pone nombre o número o como se llega a catalogar?

Ahorita por el momento tenemos códigos. Lo que queremos en un futuro, es hacer actividades más de divulgación y de involucramiento de las comunidades y que ellos se vean más motivados a buscar mantas y si encuentran una nueva ponerle nombre y aportar el proyecto. Pero ahorita como son muchísimas, es por código.

- En cuanto a las mantas entiendo que hay de dos tipos, unas que son chicas, de no más de un metro o más o menos, y las otras que son las mantas gigantes…

Las que más abundan aquí en la Bahía son las chicas. Está interesante eso, porque desde el inicio cuando iniciamos actividades de divulgación nos decían son las que mataron al cazador de cocodrilos, Steve Irwin en 2006. Y empezamos con eso, diferenciamos mantarrayas de rayas. Porque las rayas se entierran en la arena, se la pasan en el fondo marino, se alimentan de moluscos. Las chicas, su forma es circular, y luego están las mantarrayas, ahí entran las chicas que son móbulas munkiana que es la que se ve saltar por todos lados, y de repente están en la orilla como surfeando las olas, esa es la típica que ve la gente y tienden a congregarse en grandes números. Y luego están las otras mantarrayas, es otra especie que es la manta oceánica o manta gigante, es la mobula boioski por lo tanto pertenecen a un mismo género taxonómico, pero son dos especies diferentes. De hecho en el mundo hay mucha variedad de mobulas, muchas especies, pero en Bahía de Banderas hemos visto mobula munkiana, mobula tarapakana, mobula pontoni, y la mobula biroski, cuatro distintas especies de mobulas y tal vez haya más, pero de repente para identificar a las mobulas tendría que sacar y analizar el tamaño, y aspectos muy particulares, pero definitivamente estamos seguros que esas cuatro habitan en la Bahía  de Banderas.

NO SE CONSUME EN MÉXICO

- ¿La manta no se consume por el ser humano?

En México ahora no. Antes se llegó a pescar muchísimo en Baja California, y más que nada utilizaban para alimento, el cartílago de tiburón, porque había mucha demanda.

- ¿Como su aleta para hacer sopa?

Bueno esa sería, como la aleta del tiburón, si hacen sopa de aleta, pero con las mantas no. Generalmente las mantas las usaban para hacer platillos que le llaman “caguamanta” que es caguama raya, etcétera, y ahorita se le puede encontrar incluso comercializada como tiburón porque cuando la fileteas la carne es exactamente como el tiburón, así que no podrías saber si estás comprando tiburón o una mantarraya, pero oficialmente ahorita no se está pescando en México, está protegida a nivel nacional y también a nivel internacional.

ESPECIE EN PELIGRO

- ¿No está en vías de extinción la manta?

Sí, está en peligro crítico. Porque su gran tamaño le concede un ciclo de vida muy lento. Cuando nace una mantarraya, nace midiendo alrededor de dos metros, por lo tanto desde ahí ya no se confunde con las otras mobulas chiquitas. Las mobulas chiquitas no llegan a medir eso. Cuando nacen, es de dos metros y para alcanzar su madurez sexual tienen que pasar 10 años, aproximadamente y después de esos 10 años, se reproduce y dura un año en gestación y de esa gestación solamente nacen una o dos crías. Así que su reproducción es muy muy lenta, por lo tanto cualquier presión pesquera que tenga, la pone en peligro crítico. En México las poblaciones están normales por el momento, pero la manta gigante ya no se ve en Baja California ni en el mar de Cortés donde abundaba, pero hay zonas como las Islas Revillagigedo, que es un archipiélago que le corresponde a Colima, donde la población es muy saludable y esta es la segunda población de mantas que se sabe en México, del lado del Pacífico, que está en buenas condiciones.

SE HAN PERDIDO

- ¿En el mar de Cortés ya no hay?

Ya no ves. Hubo un evento muy raro hace años, que llegaron algunas mantarrayas a un punto que se llama “La Reina” pero fue muy esporádico y no duraron mucho. Están llegando de repente una o dos, pero ya no se ven en los números que estaban acostumbrados antes.

- Es notoria la diferencia con las chicas, porque hay videos donde una manta en un parto llega a tener tres o cuatro crías y las que gigantes dices que solo tienen una o dos.

Generalmente solo es una cría.

- ¿Entonces por eso abundan más las chicas y las grandes no?

Sí, generalmente cuando las especies son muy grandes la gestación y el ciclo de vida es muy lento y cuando son chiquitas, tienden a vivir mucho más rápido, por eso son más eficientes a la hora de reproducirse.

- Entonces se necesitaría que las autoridades protegieran más esa especie.

Definitivamente se necesitan mejores lineamientos de protección, porque los hay, pero no se implementan en su totalidad, y por ejemplo en estas zonas donde la población es parcialmente desconocida, no hay mucho interés por parte del gobierno Federal o local, en proteger. También hay un detalle porque se congregan en la zona de pesca de la comunidad Indígena de Chacala, que comprende Las Animas, Quimixto Yelapa, Pizota, todas estas poblaciones de pescadores, así que es más importante la protección de la manta considerando las necesidades de las comunidades indígenas de ahí, porque ellos han pescado en esa zona toda su vida, y lo que nosotros hemos estado viendo mientras hemos trabajado ahi es que ellos tienen muchas preocupaciones sobre cómo se está desarrollando la pesca, como no se les está considerando en los planes de manejo o de administración de la Región y es que generalmente se hacen los planes de arriba hacia abajo y ahorita uno de nuestros proyectos  dentro de lo que estamos haciendo, es querer involucrar la perspectiva de estas comunidades indígenas y hacerlos parte de la toma de decisiones, para que estén presentes a la hora de decidir queremos que se designen así las áreas, aquí pescamos nosotros, para que no se generen más problemas con la protección que es lo que de repente pasa, porque se da “el dedazo”, protegen una área muy grande, pero no consideran lo que está pasando ahí adentro.

POCA VIGILANCIA

- Ni siquiera hay adecuada supervisión de autoridades…

La hay pero muy poca, el jefe de pesca tiene una relación muy estrecha con la cooperativa de pescadores con la que nosotros estamos colaborando y definitivamente hay un interés de la Secretaría de Pesca, pero no hay patrulleo que vigile que se estén llevando a cabo los lineamientos correctos de pesca, se utilizan chinchorros esas redes larguísimas que están prohibidas en zonas cercanas a arrecifes, o sea hay mucho descontrol, y los que ahora están poniendo la mayor parte del orden, son los mismos pescadores.

De ahí, son las distintas cooperativas y nosotros estamos colaborando con la cooperativa Pescadores de la Langosta de Yelapa,  nosotros nos comunicamos con ellos al inicio del proyecto para ver maneras de colaborar y ellos son los que nos están ayudando en las salidas de monitoreo que hacemos cada semana y ellos están viendo qué hacemos, platicamos con ellos y nos n externan sus dudas, sus preocupaciones y de ahí es donde nació, okey, este proyecto de conservación de la manta, no es solamente por la manta, es por las comunidades que están viviendo ahí, que están viendo que son desplazadas, y al mismo tiempo queremos asegurar una mejor conservación del ecosistema.