Por Marisela Muñoz/Guadalajara

Un grupo de mujeres que marchó en Guadalajara, en el marco del Día Internacional de la Mujer, realizó pintas en la explanada del edificio de la Universidad de Guadalajara.

Además, golpearon con martillos, mazos y tubos algunas de las estatuas ahí instaladas, además de romper al menos tres cristales de la entrada principal del edificio.

Las mujeres, integrantes del contingente radical como se hacen llamar, lanzó brasieres, una pijama y hasta un bote de basura del mobiliario urbano de Guadalajara y alrededor de ella compartieron su manifiesto en contra de la comunidad transexual.

También se pronunciaron contra el movimiento queer, el lenguaje inclusivo y de los vientres de alquiler, además alzaron un llamado a las autoridades para que se haga justicia por los cientos de asesinatos de mujeres que hay cada año en la entidad y por las víctimas de abuso sexual y violaciones.

Las asistentes caminaron entre cánticos feministas y protestas diversas, mientras el contingente “de acción” intervenía todos los parabuses a su paso, incluyendo también una iglesia y un banco.

En las instalaciones de la Secretaría de Igualdad Entre Mujeres y Hombres, las organizadoras al uso del megáfono lamentaron que se hubiera desaparecido el Instituto Jalisciense de las Mujeres y se le hubiera convertido en una dependencia donde se pone a la mujer “en el mismo paquete” que al hombre.

Algunas de las asistentes también tomaron la voz para contar sus historias de violencia: abusos sexuales, acosos, tocamientos y violaciones eran los principales señalamientos en sus vivencias.

Al terminar la protesta y una vez encendida una fogata las manifestantes bailaron y cantaron alrededor de ella y una vez que declararon concluida la concentración se dividieron en grupos para acompañarse unas a otras de vuelta a sus casas.

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