By Por Martha Ramírez Ruiz/Puerto Vallarta/contralinea.net
Este jueves falleció el arquitecto José Díaz Escalera, a la edad de 85 años, una figura ligada al crecimiento y desarrollo de este destino turístico desde hace seis décadas, lo que lo hizo ser uno de los acreedores al Premio Vallarta en su historia por las contribuciones que hizo a la comunidad.
A su muerte, por complicaciones debidas a su edad, tras haber sufrido un derrame cerebral y secuelas de dos infecciones de Covid-19, se rememora a un personaje extraordinario, además de legendario en Puerto Vallarta, a donde llegó a principios de los años 60 para la construcción del primer hotel de cinco estrellas: Pasada Vallarta.
Originario del Distrito Federal (hoy Ciudad de México), nació el 27 de abril de 1938, curso la carrera en la Facultad de Arquitectura en la UMA, obteniendo su título profesional con la tesis “Centro histórico turístico ejidal Coapinole-Puerto Vallarta”.
Llegó a este puerto a principios de los 60s, junto con su esposa, la también arquitecta Tatiana Borioli, para la construcción del legendario Hotel Posada Vallarta, poniendo así los cimientos de una trayectoria de más de medio siglo en la construcción en este municipio, con una interminable la lista de los proyectos arquitectónicos que construyó durante más de medio siglo en este municipio, en donde con el prestigio que forjó en el sector de la construcción también supo granjearse cientos y cientos de amigos que hoy, al confirmase su muerte, lamentan la pérdida de alguien cuya vida queda ligada al crecimiento de Puerto Vallarta.
TODO UN PERSONAJE
Se convirtió en todo un personaje vallartense al convivir con sencillez y humildad con sus trabajadores, al igual que con profesionistas y políticos, ganándose su espacio no solo en la comunidad, sino en la historia del desarrollo inmobiliario y turístico.
Aquí quedan los centenares de edificios, desarrollos turísticos y unidades habitaciones de su legado como constructor, sobresalen las remodelaciones que hace más de tres décadas se hicieron en las colonias Caloso, Canoas y Palito Verde, cuando fue presidente del Consejo de Colaboración Municipal en la última década del siglo XX.
En un somero recuento de las obras en espacios públicos destacan, entre sus proyectos, la remodelación del malecón que le hizo ganar una medalla de plata de la XII Bienal Nacional de Arquitectura Mexicana 2012. Aunque no fue el único galardón internacional, pues ya había obtenido otros por casas habitación al sur de la ciudad, en Conchas Chinas, y reconocido también por su gremio por obras en diferentes ramas de la construcción.
Hace cerca de medio siglo levantó el primer desarrollo habitacional de edificios verticales en Puerto Vallarta: La Aurora.
DISFRUTÓ DE LA VIDA
Con un singular sentido del humor, era un bohemio que disfrutaba de la vida sin dejar de lado su excepcional responsabilidad profesional, era un agasajo charlar con él por su excepcional cultura y por ser un melómano.
Páginas y páginas se podrían escribir sobre una fructífera vida que hoy llega a su fin, pero perdura su legado al que otros pueden agradecer también haber accedido a una vivienda el fraccionamiento de Villas Río que proyectó en los 90s o haber laborado en el hotel Nautilus en Marina Vallarta, así como en otros espacios en los que deja huella, porque el legado perdura.
Hoy que se fue a reunir con otros arquitectos legendarios en este destino turístico con los que hizo época en el Puerto Vallarta del siglo pasado.
Le sobreviven su esposa Tatiana Borioli y sus hijos: José Luis, Ricardo, Leonardo y Alejandro.
Descanse en paz José Díaz Escalera.
