Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

“Algo pasa en Nayarit que a diferencia de otros Estados, no hemos sabido sacar provecho, de saber usar nuestro pasado histórico como una oferta de turismo cultural. Por ejemplo, en otros lugares las rutas que siguieron misioneros como el Padre Kino se han convertido en espacios de senderismo, en espacios de turismo, en rutas gastronómicas”.

Así lo expresó el maestro Pedro Luna Jiménez, que en este sentido el modelo ideal es España, donde determinados caminos se han convertido en lugares de atracción turística, tales como el “Caminito del Rey”  que es un paso construido en las paredes del desfiladero de los Gaitanes.

Aquí refirió está Francisco Eusebio Aquino, que “en Sonora lo tienen como un santo varón, y está la ruta que él hizo para trasladarse desde Compostela a Chacala, pasando por Mazatlán”.

Trasladarse por esos caminos, no era fácil, porque además de lo accidentado del terreno, también está el cambio de clima de Compostela, con ese clima agradablemente fresco, para ir a una costa que si el organismo no está acostumbrado, se resiente ese cambio. Ahora no se diga si se está en Tepic y se traslada a San Blas y muchos morían de disentería”.

De hecho, agrega el investigador universitario, “el principal obstáculo para marinos y para que las costas no se poblaran, fue toda esa cuestión de enfermedades palúdicas y el cronista Eduardo Gómez Encarnación, relata cómo de San Sebastián, de Compostela y pueblos de la Sierra, bajaban a las costas a trabajar en las haciendas como la Montgomery, en Ixtapa y regresaban a sus poblaciones a morirse”.

“Era una tragedia, si hago un recuento de esos daños, el tercer obispo de Tepic, estaba recién nombrado, hizo su visita pastoral a Acaponeta y en esa visita pastoral murió por una enfermedad palúdica y a cada rato cuando uno revisa los libros de defunciones de registros de la iglesia católica, te encuentras con esos datos… era algo tremendo, aunque hoy las cosas  no son igual”.

RECINTOS PORTUARIOS

Relata el maestro universitario que en los tres siglos de dominación hispana, en el actual estado de Nayarit, destacaron tres recintos portuarios que la Corona Española utilizó para avanzar sus dominios al Noroeste de la Nueva España.

“El primero de ellos, Chacala, fue empleado por el jesuita Eusebio Kino para impulsar la evangelización de la población originaria de Sonora; el siguiente,  Matanchén, destacó por la presencia del también jesuita Juan María Salvatierra y la península de California como destino de un transformador proyecto misionero y; finalmente San Blas, desde donde el franciscano Junípero Serra proveía las fundaciones misionales de la actual California de Estados Unidos”.

“Cabe señalar que en su momento cada uno de estos surgideros,  motivó la presencia de diversos quehaceres de transformación agrícolas o manufactureros, en localidades a ellos cercanas. Chacala lo hizo con Compostela, Matanchén en un principio con Xalisco y luego Tepic, mientras que San Blas se encargará de reforzar la presencia de este último centro urbano a nivel de la Nueva Galicia en su conjunto”.

VIENTOS DE MODERNIZACIÓN

Añade que “ahora, con este contemporáneo proyecto de modernización que se impulsa para San Blas, tendiente a convertirlo en espacio de vínculo para un turismo cultural a efectuarse en la antigua penitenciaria de las Islas Marías, sería recomendable que la Secretaría de Turismo tomara en cuenta estos temas para difundir el pasado nayarita”.

“Es decir, ante esta avalancha de cambios que se avecina, es de gran importancia decir a propios y extraños que estos lugares son portadores de un historia que se debe conocer. De lo contrario, el legendario y por cierto muy jejenudo fondeadero será, como en los años de la dominación española, un asunto más de injerencia externa orquestado desde la Corona y el gobierno virreinal sin tomar en cuenta autoridades regionales”.

PLAYAS DE COMPOSTELA

De paso señala que playas como Platanitos y Chacala, supieron conservarse gran parte de las dos centurias cómo surgideros para embarque de diversos productos cuyo origen estaba en las haciendas de Ixtapa, Chila, Las Varas y Jaltemba.

Por estas modestas caletas, actualmente transformadas en destino de playa para un turismo que también busca su inigualable gastronomía, se embarcaba tabaco, coco de aceite, maderas, maíz y frijol, pero también por ellas arribaban algunos bienes de gran demanda en la población laboral de entonces como era una bebida llamada raicilla.

“De esta forma, en Chacala todavía existen vestigios de lo que fuera el legendario puerto español habilitado por el jesuita italiano Eusebio Kino para su trabajo misionero en Sonora, y unos almacenes edificados por la familia Maisterrena antigua propietaria del latifundio de Las Varas. Sería muy recomendable que parte de esta información fuera puesta en palmetas a la entrada a estos lugares para que los visitantes conocieran un poco más este pasado nayarita”.

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