Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

El presidente de la AMTAVE (Asociación Mexicana de Turismo de Aventura y Ecoturismo), René Jaime Negrete, afirmó que este segmento en todo México va en franco crecimiento, luego de la pandemia que afectó al país y a todo el mundo.

Una muestra del dinamismo que tiene este segmento, es que las empresas que más han crecido son las de senderismo y ciclismo, entre otras, pero incluso han surgido actividades que se desconocían como la “observación sideral”, la cual sí existe y ya está integrada al directorio de la AMTAVE.

Destacó que en el Occidente de México hay mucho potencial para el aprovechamiento de estas actividades, pero también existe en otros estados de la República, como Oaxaca, Chiapas, Veracruz, San Luis Potosí, Quintana Roo, Puebla, más otras regiones como la zona del Golfo, y el Sureste, que tienen mucho potencial.

Entrevistado luego de haber participado en un panel, que se llevó a cabo en el marco del Día Internacional de Turismo, René Jaime Negrete Robles, destacó que después del confinamiento provocado por la pandemia, se comenzó a sentir una tendencia en todo el país e incluso en todo el mundo, en favor del ecoturismo o turismo de naturaleza.

El presidente nacional de la Asociación Mexicana de Turismo de Aventura y Ecoturismo, Amtave agregó que la gente buscaba tener experiencias al aire libre y esto dio pauta para que el turismo de naturaleza se re activara de forma más rápida que otros segmentos “y cuando hablamos de turismo de naturaleza nos referimos al turismo de aventura, al ecoturismo y turismo rural”.

Eso motivó al surgimiento de empresas que permitieran estas actividades y “nos comenzamos a recuperar de una manera muy rápida. Desde el 2013 el gusto por el turismo de naturaleza empezó a darse con una tendencia de menor a mayor, porque más o menos empezó una tendencia de crecimiento del 6 por ciento y ya casi al inicio de la pandemia, una de cada cinco personas, buscaba algo como eso, y  ahorita una de cuatro personas que viaja a algún lugar busca llevar a cabo alguna actividad en materia de turismo y naturaleza.

DIVERSIDAD DE ACTIVIDADES

Por ello la ANTAVE se dio a la tarea de hacer un inventario de actividades recientemente “donde documentamos todas las actividades que cada empresa a nivel nacional oferta, para generar un inventario formal, y logramos documentar 57 actividades de manera general, desde aventura, ecoturismo y turismo rural, para saber qué ofrece México como destino y curiosamente el Occidente de México tiene mucho que ofrecer, de acuerdo a lo que encontramos”.

Por eso consideró que este es un segmento muy prometedor, ya que de las 57 actividades las más demandadas son o tienen que ver con la tierra, pero también hay de agua, “pero la que está por encima de todas es el senderismo, que es una actividad que no requiere de mucha inversión aparentemente, y se ha demandado mucho”.

Le siguen en popularidad “el cañonismo, el campismo, el ciclismo, lo que refiere a actividades de ecoturismo, que tiene mucho que ver con la apreciación de la naturaleza, también se ha detonado fuertemente, y la mariposa monarca es uno de los atractivos que siempre está ahí; de la zona Occidente el avistamiento de Ballenas, el avistamiento de aves también  es una de las actividades que es muy fuerte en todo el país”.

Resaltó que en esta zona de Jalisco y Nayarit, es posible encontrar casi la mitad de todas las aves que hay en todo el país, por eso esta región es muy interesante, y “con eso combinamos o se pueden combinar con actividades de aventura, pero también contemplamos de la naturaleza, y no se diga la interacción con las comunidades como son las que tienen Pueblos Mágicos o donde hay alguna cultura viva, donde también el turismo rural se ha disparado enormemente”.

Por eso, agregó, “ya no podemos decir que nos estamos ‘reactivando’, porque ya estamos reactivados, estamos más bien en un proceso de aceleración y desafortunadamente pudiera venir ahora un problema si no estamos atentos”.

RESPONSABILIDAD

Advirtió que tras la pandemia, lo que ahora preocupa es el hecho de que “no podamos actuar de forma responsable con nuestras actividades es decir, como empresas, aplicar las buenas prácticas para que podamos mitigar de alguna manera los impactos, y que aprendamos a respetar los entornos y que podamos hacer una actividad profesional amigable con el medio ambiente”.

“Entonces si no atendemos esos detalles al rato el negocio se nos va a caer porque vamos a tener impactos ambientales en ciertas regiones. Pasó algo muy lamentable al principio cuando empezamos a reactivarnos, porque surgieron muchos senderistas, muchas personas que deseaban subir al cerro pero por sentir paz, de alguna manera por sentirse libres, salir de casa, entonces empezó a darse un ecoturismo de masas, es más no era ecoturismo de masas, más bien, había muchos senderistas viajando juntos”.

El problema con esto es que “no se respetan las capacidades de carga” de cada lugar y eso es a lo que hay que tener mucho cuidado. Hay que regular, y lamentablemente no hay todavía un mecanismo para regular, y la autoridad no tiene actualmente la capacidad para regular el turismo de naturaleza, y esto es porque el turismo de naturaleza se puede dar en cualquier lugar donde exista un entorno natural, donde existan accesos y seguridad al mismo, y eso es lo que hace difícil que el gobierno pueda regular”.

La opción que se busca es educar a las propias empresas, para que mejoren su comportamiento y sean conscientes y actúen se buena fe. Este es un tema de educación y de consciencia. En total existen unas 100 empresas, que aparecen en la muestra de la AMTAVE y son empresas serias y responsables y legalmente constituidas.

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