Por Mario Herrera García/Tepic

La Cuaresma es todo un viaje gastronómico que se realiza por la República Mexicana, es una verdadera fiesta de sabor, color y tradición de la cocina nacional, rubro en donde el estado de Nayarit y sus municipios cuentan con una rica variedad.

Es un periodo en el que se favorecen los platillos a base de proteínas como pescados, mariscos y aves, reflejando también la diversidad turística y culinaria de todo el país.

La cocina típica de un pueblo, heredada de generación en generación, es un reflejo de su cultura e identidad al considerar ingredientes y técnicas de preparación alineadas a sus costumbres y condiciones geográficas de la región.

Hay más de 40 platillos típicos de Cuaresma adaptados a su estilo, como pulpo zarandeado de Sayulita; el pescado zarandeado de Nuevo Vallarta; los sopes de ostión de Bucerías; tlaxtihuil o tixtihuil, camarones a la cucaracha, tortitas de camarón seco y el chicharrón de pescado, entre muchos otros más.
La Cuaresma es muy importante en términos gastronómicos en México porque anima a las personas a ampliar sus horizontes culinarios al preparar platillos distintos a los que suelen consumir en su día a día.

Esos platillos típicos son parte de nuestros pueblos mágicos; es momento de retomar su sabor, su textura y sus colores; darles nuestra impronta, así como promover su consumo durante esta temporalidad tan especial para los mexicanos.

En México, la Cuaresma es una de las temporalidades en donde se exploran un sinfín de posibilidades culinarias y es una de las razones por las que esta época del año es la de mayor consumo.

La variedad de ingredientes y métodos culinarios de la cocina mexicana dan lugar a la preparación de platillos con estilos únicos.

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