Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Por fin las obras de la autopista Jala-Bucerías-Vallarta se asoman ya a Bahía de Banderas, al rebasar los cerros a la altura del crucero de la Cruz de Huanacaxtle, donde se registra una intensa actividad constructiva, con fuerte movimiento de tierra y bancos de materiales de construcción que son desbastados de manera  incesante.

A lo largo de la carretera Federal 200, en el tramo que comprende unos 40 kilómetros, del crucero de la Cruz de Huanacaxtle y hasta las poblaciones de San Ignacio e incluso Sayulita, se registra un fuerte movimiento de vehículos materialistas que constantemente estropean el tráfico y paralizan la circulación vehicular de autos particulares.

Enormes góndolas y carros de volteo cargan tierra, arena, piedra, así como varilla, tráilers de cemento, y de toda clase de materiales de construcción se movilizan constantemente a lo largo de la carretera y entre los pueblos mencionados.

TRÁFICO PESADO

Por momentos se para el tráfico para dar paso o permitir las operaciones de la maquinaria, ante la desesperación de la gente que tiene necesidad de trasladarse a sus centros de trabajo en Sayulita o San Pancho.

Esto se suma a los más de 30 topes que paran el tráfico a la altura de San Ignacio o San Quintín, amén de los obstáculos que implican los paraderos o mercados colocados en los acotamientos de venta de artesanía, de sal de mar, y objetos como cazos de cobre y hasta plantas y macetas.

A lo largo de un buen tramo son constantes los plásticos rojos, que indican que en el lugar hay obras en proceso. Las incomodidades llegan hasta San Pancho prácticamente y el trayecto implica múltiples problemas para los conductores del transporte de pasajeros que cubren las rutas de Sayulita, San Pancho y hasta Lo de Marcos y Compostela.

PÉRDIDA ECOLÓGICA

Para quienes conocieron la carretera Federal 200 extrañan aquellos túneles de vegetación, de los enormes árboles que entrecruzaban sus ramas en largos tramos, Tampoco se escuchan los gritos de los pericos y las guacamayas, ni el silbido de los pájaros chifladores que siempre se escuchaban en ese trayecto. Hoy solo se escuchan enormes máquinas moviendo o transportando piedra y tierra de un lado  a otro.

Al recorrer ese tramo, uno no alcanza a comprender el trazo ya que lo mismo hay puentes al lado derecho que al izquierdo de la Federal 200, y también se abren brechas sobre los cerros a un lado y otro de la carretera, Maquinaria pesada derrumba los cerros como si fueran de mantequilla, sacan piedra donde la hay y se rebajan lomas para aprovechar la arena y materiales pétreos.

Realmente es abrumadora la intensa actividad de construcción, porque por un lado se levanta un puente, por otro se rebaja un cerro, por otro se trozan árboles y se retiran los secos, y por otro se invaden arroyos y aparecen incluso pueblos que hasta ahora se mantenían escondidos detrás de las paredes vegetales.

Así es el progreso, terminan por confesar los pasajeros de un Autotransporte Medina, que tienen que aguantar que la unidad quede paralizada sin ninguna razón visible o aparente por más de media hora.

obrascarreteracortagudalajaravallartayaseven2 - Obras de la carretera corta Guadalajara-Bucerías-Vallarta ya se asoman por Bahía
obrascarreteracortagudalajaravallartayaseven3 - Obras de la carretera corta Guadalajara-Bucerías-Vallarta ya se asoman por Bahía
obrascarreteracortagudalajaravallartayaseven4 - Obras de la carretera corta Guadalajara-Bucerías-Vallarta ya se asoman por Bahía
obrascarreteracortagudalajaravallartayaseven5 - Obras de la carretera corta Guadalajara-Bucerías-Vallarta ya se asoman por Bahía

This div height required for enabling the sticky sidebar