Otra pandemia de la 4T: El dengue

Por Carlos Navez (*)

Han trascurrido alrededor de tres meses desde que comenzó la temporada de lluvias, y entre los desastres naturales que llegan a ocurrir, y la desatención de varios problemas como las inundaciones en pueblos y ciudades, hay una alerta que sigue vigente: el dengue. Durante las épocas de lluvias la proliferación de mosquitos que transmiten el dengue aumenta, sobre todo en las zonas conurbadas de las ciudades.

El dengue se encuentra en climas tropicales y subtropicales de todo el mundo, incluyendo México. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se producen entre 100 y 400 millones de infecciones. En el caso de nuestro país, según el dato de la semana 39 del informe epidemiológico de la Secretaría de Salud, se han confirmado 26,956 casos de infección, un incremento del 77.1% más que el mismo periodo del año pasado.

La OMS destaca que, aunque bien es cierto que muchas de las infecciones son asintomáticas o producen una enfermedad leve, en ocasiones pueden causar casos más graves e incluso la muerte; en México se han registrado 48 defunciones, 34 más que las que se registraron en el mismo periodo del año pasado. También destaca que el dengue ha tenido un rápido crecimiento, en parte, al aumento de las temperaturas por el cambio climático, creando condiciones para su desarrollo y propagación. Asimismo, a la urbanización, y sobre todo la no planificada, se asocian la transmisión del dengue por múltiples factores sociales y ambientales: la densidad poblacional, la movilidad urbana, la falta de acceso a fuentes confiables de agua, prácticas de almacenamiento de agua, etc.

Nuevamente se observa la desatención y el abandono a los sectores más vulnerables de nuestro país, al ser ellos quienes padecen y pagan los mayores desastres, en este caso de salud. Contrario a lo que se anuncia en foros oficiales y propaganda del gobierno federal, la atención hacia grupos vulnerables no existe. Simplemente observando el Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación 2024, la Secretaría de Salud (Ssa) tendrá el mayor recorte de recursos, un 55.8% menos que en 2023. Mismos datos de INEGI muestran que más de 50 millones de mexicanos no cuentan con acceso a servicios de salud, un 39.1% de la población nacional.

A estos datos hay que agregar que, hasta mayo de 2023, la Ssa tenía un subejercicio del 13.1% del gasto programado, es decir, se dejaron de gastar en el sector de la salud pública 6 mil 533 millones de pesos, y aún falta por ver hasta dónde llegará el subejercicio en este año.

Lo que resalta y preocupa es que la falta de atención hacia los contagios de dengue es responsabilidad de un gobierno con López Obrador a la cabeza, quien eliminó los programas de asistencia de salud pública para los sectores más pobres que se habían logrado en sexenios pasados (Seguro Popular), dejando solamente al pueblo de México con promesas como la creación de un sistema de salud similar al de Dinamarca. La 4T no está preocupada por atender los graves problemas de nuestro país, dedicándose solamente a repartir el recurso público mediante transferencias monetarias que, hasta la fecha, no han mostrado ni un ápice de tener un impacto real en la solución de los grandes problemas. El proselitismo y el uso ilícito de los recursos públicos para mantener a Morena en el poder lo estamos pagando caro los millones de mexicanos pobres, por lo que es necesario tomar consciencia de la falsa transformación del partido en el poder y crear un partido político que atienda verdaderamente los problemas de salud y en general de los más desprotegidos de México. Mientras no suceda seguiremos pagando los platos rotos los mismos de siempre.

(*) Integrante del Comité Estatal del Movimiento Antorchista en Jalisco.