Persiste problema de indigencia en el centro y las colonias aledañas

Por Miguel Ángel Ocaña Reyes/Puerto Vallarta

La cada vez mayor presencia de indigentes en la colonia Centro, El Cerro, Cinco de Diciembre y Emiliano Zapata, poco a poco ha ido deteriorando la calidad de vida de los vecinos de esa zona.

También ha generado un clima de inseguridad, suciedad y, por supuesto, una pésima imagen para el turismo.

Así lo refiere Omar Larios, integrante de la Asociación Vecinos del Centro, quien también destacó que a los pordioseros se unen los vagos y drogadictos.

“Claro que sí, sobre todo porque el turista viene a conocer el centro de Vallarta, y obviamente los guías de turistas los pasan por esas calles, y si te fijas, la calle Hidalgo, la misma de la iglesia, el recorrido es desde Independencia hasta que los suben al camión en la calle Libertad, entonces ahora sí que se fuman, con todo respeto decirlo, el olor en esas dos calles, ellos se reúnen en la calle Zaragoza cerca del CECATUR, ahí es su punto de reunión”.

Explicó que además llegan vagos con ellos porque la mayoría fuma mariguana ahí, muy a gusto, pero están a un lado de las escuelas.

“Yo no sé cómo no lo ve la demás gente, ya tuvimos una denuncia, gracias a Dios una demanda por parte de un ciudadano que es padre de familia de una niña de ahí, que sí le dijo a la Policía qué pasa aquí, pero desgraciadamente yo creo que falta una verdadera legislación y todo mundo se echa la bolita, yo creo que es también un error que el DIF diga que se puede encargar de ello, porque no creo que tenga las herramientas y mucho menos el presupuesto”.

AGRESIVOS Y MENTIROSOS

Omar Larios explicó que las personas en condición de calle tienen actitudes que van en contra del Reglamento de Policía y Buen Gobierno y algunos incluso son agresivos y se tiene detectado a uno en particular que llega en carro, se disfraza y se pone a pedir dinero.

“Ellos defecan y orinan en la calle, piden dinero y si no les das te gritan, te golpean o te escupen, son muy agresivos, hay un muchacho que de plano a eso se dedica, hemos con varios vecinos investigado poco a poco de él, y resulta ser que es de Guadalajara, él trae un carro, llega, lo estaciona por el centro, y se caracteriza como una persona de la calle, y sale a pedir limosna, y él es muy agresivo, es un muchacho de pelo lacio con barba de aproximadamente 33 a 34 años”.

Refirió que no es el único caso, pues también hay personajes que cuentan con recursos económicos, como una ejidataria ubicada en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, quien se da el lujo de contratar siete horas de banda para su cumpleaños dejando claro que esta actividad es muy lucrativa.

“Tenemos a una persona, es una mujer que hace su parada en la puerta de la iglesia, y ella lo que hace ahí es pedir, intimidar a la gente, porque la verdad es una intimidación, ya cuando dice mentiras, que si no le dan no va a comer ese día, que si no, sus hijos no tienen para comer, y resulta que es ejidataria, y cuando ella cumple años renta la banda por hasta siete u ocho horas, y por lo menos yo no tengo para rentar una banda, y mucho menos por siete horas, imagínate qué tan lucrativo es ir a ponerse afuera de la iglesia”.

USAN A LOS NIÑOS

Refirió que hay un grupo de mujeres que utilizan a los niños para pedir limosna de manera sistemática, por lo cual se acercan constantemente a los extranjeros y ciudadanos para acosarlos pidiendo dinero.

Sin embargo, los vecinos ya las tienen bien ubicadas, por lo cual cuando ellas se dan cuenta que están siendo observadas se alejan.

En los últimos meses ya han llegado a registrar aproximadamente 70 personas dedicadas a esta actividad entre las colonias Emiliano Zapata, 5 de Diciembre, El Cerro y el Centro.

Los indigentes y vagos que se encuentran en la zona ya tienen bien estudiadas sus estrategias para evitar que la autoridad municipal los retire de las calles, pues los amenazan con acudir a la CNDH.

Cabe destacar que vecinos y comerciantes del centro de Vallarta han propuesto a la autoridad una intensa campaña de información para evitar que turistas y ciudadanos den limosna.
Esto, con el objetivo de desalentar la llegada de más indigentes o que los que ya se encuentran en la ciudad permanezcan.