Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Playas de Huanacaxtle, el fraccionamiento turístico residencial localizado al norte de Bucerías, entre la carretera y el mar, fue el primer Centro Integralmente Planeado (CIP) de México y en particular del estado de Nayarit. Durante décadas el sitio se mantuvo estancado, con dos o tres pequeños hoteles funcionando y prácticamente en el olvido de las autoridades municipales y estatales.

El pequeño fraccionamiento tuvo su origen antes incluso que Rincón de Guayabitos, que precedió también al mega desarrollo turístico de Cancún, en el estado de Quintana Roo. Aquí inició la puesta en marcha del Plan Maestro del Fideicomiso de Bahía de Banderas y la superficie que comprende desde el pueblo de Bucerías, hasta el arroyo El Tizate, fue fraccionado y dotado de infraestructura con el fin de que pudiera ser urbanizado.

La historia la conocen los viejos ejidatarios de Bucerías, que hoy recuerdan que el Fideicomiso de Bahía de Banderas le dio forma en todo lo que se refiere al aspecto urbano y en cuanto a los ingresos que se tendrían, se había establecido en sus orígenes, que el 85 por ciento sería para los ejidos y el 15 por ciento, para el Fideicomiso.

La función principal del Fideicomiso era la administración, pero al paso del tiempo los términos se invirtieron y el 85 por ciento fue para el fideicomiso, argumentando “gastos de administración” y el 15 por ciento para los ejidos, que se distribuían entre los ejidatarios integrantes del núcleo agrario y por eso todavía hay un pleito legal contra el fideicomiso.

Al proyecto se le denominó “Sol Nuevo”, incluía al fraccionamiento Playas de Huanacaxtle y Rincón de Guayabitos, que fueron los proyectos que inició el gobierno federal, antes de desarrollar Cancún.

De hecho Playas de Huanacaxtle fue el “plan piloto” en Bucerías y según el plan maestro se en la urbanización de las calles, se utilizaba el adoquín y se privilegiaba todo lo mexicano, según los cánones del gobierno de Luis Echeverría Alvarez. Se hicieron pequeños hoteles que se les dieron a familias que ya estaban ahí desde antes del decreto, como el hotel korita, y el hotel Picos, aunque después han sido adquiridos por empresas de políticos y familias adineradas.

La razón del Fideicomiso es que conforme a la Ley Agraria, la cual se ha reformado tres veces, todas las compra venta de tierras ejidales se consideraban inexistentes, la tierra no perdía su condición ejidal y por eso se buscó una figura que diera certeza jurídica a los nuevos adquirientes de la tierra y así nació el Fideicomiso Bahía de Banderas.

50 AÑOS DESPUÉS

Cincuenta años después de haber nacido, Playas de Huanacaxtle presenta un aspecto completamente diferente, pues en los predios residenciales y hoteleros, se han levantado enormes edificios condominiales y muchos de ellos ya se han puesto en venta o incluso ya están vendidos y ocupados.

El único defecto es que la infraestructura urbana, como calles adoquinadas y redes de agua potable y alcantarillado, están siendo saturadas por cientos de nuevos vecinos que llegan a vivir a los flamantes edificios que se han levantado a orillas del mar. Solo unos cuantos predios originalmente planeados para vivienda residencial, están todavía vacíos, pero no tardan en ser adquiridos por empresas desarrolladoras, que levantarán nuevas torres de condominios.

La intensa construcción de edificios provoca que las calles adoquinadas, sirvan para transitar a pesados camiones que transportan materiales de construcción y por ende, el adoquín se deteriora y hoy hay calles onduladas, por la gran cantidad de pozos y levantadas por el efecto del suelo.

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