EDITORIAL

No cayó bien entre muchos padres de familia de Puerto Vallarta el anuncio del pasado fin de semana sobre el regreso a clases en el nivel de educación básica (preescolar, primaria y secundaria), previsto para el próximo 30 de agosto a través de un modelo híbrido y opcional para las familias.

Casi de inmediato brincaron varios padres de familia al conocer la noticia del regreso a las aulas de manera presencial, en momentos en los que los contagios de coronavirus se encuentran en plena ebullición en esta región.

El pasado sábado, el gobierno estatal anunció que el regreso a las aulas en la educación básica será el próximo 30 de agosto a través de un modelo híbrido y opcional para las familias, el cual permitirá tener clases presenciales, mientras que en el nivel de educación media superior y superior se regresará a distancia en agosto, luego de que en septiembre será ya de manera presencial.

Por su parte, la Universidad de Guadalajara anunció que comenzará su ciclo escolar 2021-B de forma virtual el día 10 de agosto y será a finales de este mes de julio cuando analice la posibilidad de iniciar la fase presencial el próximo 15 de septiembre.

La difusión de esta información, oficial sin duda, provocó diversas reacciones entre muchos padres de familia de Puerto Vallarta, la mayoría de rechazo al regreso presencial de clases en un momento tan álgido de la pandemia del Covid-19.

Por supuesto que la reacción de los padres de familia es entendible si la ponemos en el contexto del alto número de contagios de coronavirus que existe en este momento.

Sin embargo, desde el punto de vista del gobierno del estado es viable, debido a que para esas fechas se supone que la pandemia habría sido controlada nuevamente en número de contagios y que la vacunación de personas mayores de 18 años habría avanzado y llegado, al menos, al 50 por ciento de la población. Esa es la apuesta del gobierno estatal, pero habrá que ver si se cumple de aquí al 30 de agosto.

Mientras tanto, hay molestia entre los padres de familia, quienes no ven con buenos ojos el regreso presencial a clases, aun a sabiendas de que el formato virtual ofrece una baja garantía de aprendizaje de los alumnos.

Hay, efectivamente, muchas dudas en torno al regreso presencial a las aulas, aun cuando desde hace varias semanas escuelas públicas y privadas reciben grupos pequeños de alumnos cada determinado tiempo y bajo estrictos protocolos sanitarios.

El regreso a clases presenciales es un tema que no debe, por ningún motivo, tomarse a la ligera y mucho menos apresurarse, especialmente en momentos en los que el número de contagios sube como la espuma y los fallecimientos siguen reportándose entre la población de todas las edades.

Sin lugar a dudas cada familia de Puerto Vallarta tendrá que valorar si es posible o no regresar a las clases presenciales. Deberán analizar la situación de la pandemia, los tiempos y, sobre todo, el costo-beneficio. Deberán, en suma, decidir si vale la pena o no correr el riesgo, tras este polémico anuncio del regreso a clases presenciales el próximo 30 de agosto.

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