A opositora nicaragüense 

Organizaciones pro derechos humanos claman contra la agresión de un oficial a Ana Margarita Vijil y exigen la libertad de los 167 presos políticos 

Agencias/Managua 

Una oleada de indignación y repulsa ha provocado en Nicaragua la denuncia de la familia de Ana Margarita Vijil, ex presidenta del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), una de las líderes de la oposición encarcelada en las mazmorras de Daniel Ortega. “Hemos recibido información creíble acerca de que mi hija fue agredida por parte de un oficial de alto rango de la Policía. En la madrugada del 19 de diciembre dicho oficial penetró en estado de ebriedad a la celda donde Ana Margarita se encuentra secuestrada e incomunicada desde hace 200 días”, denunció hoy en Managua su madre, Pinita Guardián. 

La familia de Vijil exige ver a la prisionera política de forma inmediata, una visita que se realizaría con representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja. “Hasta el momento no sabemos cuál es el tipo de agresión que sufrió ni la dimensión de los daños”, añadió con temor la madre de Ana Margarita, que se encuentra en tratamiento por un cáncer que padece. Guardián cuenta con el respaldo de Vilma Núñez, presidenta del prestigioso Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). 

Torturas, malos tratos y abusos sexuales forman parte del manual de terror implantado por el sandinismo para acabar con el estallido social nacido en abril de 2018. Vijil forma parte del casi medio centenar de detenciones realizadas durante el año, incluidos siete precandidatos presidenciales. Con la embestida de este año, Ortega y su mujer, la “copresidenta” Rosario Murillo impidieron su derrota en las urnas. 

Tanto Ana Margarita Vijil como su sobrina, la activista Tamara Dávila; la antigua comandante revolucionaria, Dora María Téllez, y Suyén Barahona, presidenta de la Unión Democrática Renovadora (exMRS), sufren un tratamiento “especial” del régimen sandinista en la cárcel. Todas ellas permanecen incomunicadas y aisladas desde hace 200 días, sufren interrogatorios constantes, se les niegan mantas para las noches pese a las bajas temperaturas y apenas ven el sol unas horas al mes en el patio de la cárcel, el Nuevo Chipote. 

Los agentes gubernamentales también han impedido su derecho a la defensa, incluso durante meses se apropiaban de los alimentos que las familias de las cuatro mujeres llevaban a la cárcel. En total son 167 los presos políticos actualmente en Nicaragua. 

“Tamara (sobrina de Vijil) ha adelgazado 38 libras (17 kilos), está totalmente incomunicada y no tiene ni una sábana para cubrirse. La vimos por última vez hace 45 días”, denunció Josefina Vijil, hermana de Ana Margarita. La ex presidenta del MRS, creado por el escritor Sergio Ramírez tras romper con Ortega, cumplió 44 años en la cárcel. “No estás sola, ¡aquí nadie se reja!”, le recordó su hermana en su cumpleaños. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), Naciones Unidas, Amnistía Internacional y diversos colectivos y defensores de derechos humanos han alzado su voz en las últimas horas y han expresado su preocupación y solidaridad tras la agresión contra Vijil. 

“Como obispo auxiliar de Managua me uno al clamor popular exigiendo la inmediata liberación de todos los presos políticos”, anunció monseñor Silvio José Báez, uno de los símbolos de la lucha contra la tiranía sandinista. 

“Estamos viendo que existen personas que se encuentran bajo custodia y que viven incidentes de seguridad, por ejemplo Ana Margarita Vijil, en un contexto donde ha sido sometida a hostigamiento reiterado”, subrayó Erika Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional. 

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