Por Salvador Mateo (*)

Si muchos ciudadanos, sobre todo los que militamos en las filas del antorchismo nacional, desde un principio no nos atrevimos a señalar abiertamente las viejas prácticas en que desde un inicio empezó a incurrir el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, a pesar de que ya eran previsibles, fue porque consideramos que era prudente dejarlo trabajar, los señalamientos pudieran haber sido prematuros y necesario esperar los resultados que tanto prometió en su larga campaña presidencial. No incurrimos en ninguna falta, pues siempre estuvimos seguros de que si le iba bien al presidente, le iba bien a México y a los mexicanos.

Por fortuna, a diferencia de los millones de electores que votaron por Morena en 2018 esperando que con el solo cambio de partido político en la Presidencia de la República, se llegaran a remediar algunos de los males que azotan a nuestro país como la pobreza y la corrupción, no nos dejamos engañar por los discursos demagógicos de AMLO. Nos dimos cuenta oportunamente que sus propuestas, no podían ser llevadas a cabo, ya que la llamada Cuarta Transformación, además de que nadie lo entendía, no se trataba de una revolución, es decir de un cambio radical de un régimen económico, por otro radicalmente diferente, sino se trata de un simple cambio de grupo en el poder y no de clase social, dejando intacto el modelo económico neoliberal.

Hoy en medio de las aburridas mañaneras del inquilino de Palacio Nacional y sus desgastadas frases como la de “este gobierno no es igual a los de antes”, que son verdaderas maniobras distractoras del presidente y Morena, la realidad se está imponiendo con toda su fuerza. Y no es para menos, ya que la actual administración federal ha superado a los sexenios anteriores y no precisamente en lo poco bueno que hicieron, sino en sus peores prácticas como el sonado caso de corrupción de la Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), que opera bajo el esquema del desaparecido Conasupo, cuyo desfalco supera en mucho a la Estafa Maestra de Peña Nieto. 

Bajo esta realidad, para los que buscamos una patria más justa y próspera en beneficio de todos, no es grato percatarnos de que las propuestas educativas cuatroteistas son el regreso a un pasado de corrupción e ineficacia. El que escribe estas líneas por no ser especialista en pedagogía, consideró necesario pedir testimonios directos de experimentados trabajadores de la enseñanza, quienes con amabilidad accedieron a contestar muchas dudas sobre el tema.

Los docentes consultados confirman lo que se ha estado dando a conocer a través de la prensa. La educación de la juventud mexicana en todos sus grados y niveles, desde el jardín de niños hasta la universidad, atraviesa una crisis peor que la de los sexenios anteriores. Pero en el gobierno lopezobtadorista no existen medidas medianamente eficaces para mitigarlo.

Todo lo contrario, el programa La Escuela Es Nuestra (LEEN), creada desde el inicio del gobierno de López Obrador y que ha contado con un presupuesto nada despreciable, no ha hecho en tanto tiempo las reparaciones materiales que necesitan miles de escuelas ubicadas en varios puntos del país. Lo único que se sabe del LEEN, es que solo ha servido para corromper a directores y miembros del comité de Padres de Familia que se reparten en santa paz, el dinero asignado para reparar la infraestructura educativa, que muchas de ellas están en pésimas condiciones e impide a los docentes impartir educación de calidad. 

Respecto a la Nueva Escuela Mexicana (NEM) anunciada con bombo y platillo desde Palacio Nacional, hace más de cuatro años. La NEM, el sello de la Cuarta Transformación que pretende dejar en la educación, es un modelo que nada más no termina por ser entendido por los maestros, encargados de concretarlo en las aulas. El gobierno federal no ha podido aterrizar su proyecto en la aplicación de un nuevo plan de estudios y con la prometida reformulación de los libros de texto. Especialistas, han criticado la ideologización de los proyectos de planes educativos y la improvisación con la que han sido trabajados.

Expertos en educación, opinan que todos los cambios realizados por el Estado mexicano provocan incertidumbre entre el magisterio. hay desconfianza. Hay improvisación, rapidez con la que se quieren establecer las modificaciones y sobre todo falta capacitación, Esto genera inconformidad entre los maestros, pues se modifica constantemente su rutina de trabajo. Esto traerá como consecuencia mayor ineficacia en la educación, por la falta de estabilidad en las labores de los docentes.

De nada ha servido el desgastado cuento de López Obrador de que la supresión del programa Escuelas de Tiempo Completo se debió a que había corrupción en su manejo y por eso decidió entregar el recurso directamente a los beneficiarios a través del programa LEEN. La Cuarta Transformación ya no puede seguir engañando a los mexicanos, pues los resultados de este programa y la incertidumbre de sus propuestas educativas, no son más que el regreso a un pasado de corrupción e ineficacia.

Frente a la indignante realidad, los padres de familia y estudiantes dañados no deben resignarse a perder, cruzados de brazos, lo que por derecho les corresponde. A todos ellos, les queda la alternativa de organizarse y junto con otros sectores progresistas del pueblo de México pueden y deben luchar, no solo por una educación de calidad, sino por un reparto más justo y equitativo de la renta nacional.

(*) Vocero del Movimiento Antorchista en el estado de Jalisco.

cuartatransformacionhafalladoenmateriaeducativa2 1024x473 - Propuestas educativas de la 4T, regreso al pasado de corrupción e ineficacia

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