San Pancho, el pueblo de Bahía que vive en un total desorden urbano y turístico

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

El pueblo turístico de San Pancho vive en total desorden, porque hay total ausencia de elementos de Seguridad Pública y de Tránsito Municipal, se quejó un grupo de residentes, quienes observaron que la misma gente provoca el desorden en las construcciones de edificios que no están autorizados y que de inmediato se venden y se ocupan.

Gracias a eso en el pueblo ya no se conocen las temporadas altas o bajas, pues la presencia del turismo es constante durante todo el año y también gracias a eso han proliferado negocios como restaurantes, cafeterías y misceláneas, así como boutiques sobre todo en la calle principal llamada el Tercer Mundo.

Por cierto, los pobladores originarios, ejidatarios y pescadores, advierten que pronto se abrirá el hotel de tres o cuatro niveles que se levanta en lo que fuera el predio destinado a lo que fue el sueño del ex presidente Luis Echeverría Álvarez, la Universidad del Tercer Mundo y que nunca imaginó que se fuera a convertir en un negocio de hospedaje y ahora vendrá más gente a San Pancho y aumentarán los problemas.

BALIZAMIENTO DE CALLES

Por disposición del Ayuntamiento, la delegación llevó a cabo el balizamiento de las calles de mayor circulación de San Francisco, pero se considera que el trabajo que tuvo un costo de más de 150 mil pesos, fue en balde, ya que los agentes de tránsito nunca acuden a poner orden a los automovilistas, quienes hacen lo que quieren.

El balizamiento se realizó en la calle principal Tercer Mundo, así como en la calle México, la calle Cuba, la calle Egipto, y la calle África, esta última pasa frente al Hospital y por lo mismo tiene bastante circulación para los que viven para la colonia Costa Azul, es la única entrada y salida.

El pueblo cuenta además con un terreno de casi dos hectáreas, localizado cerca del centro y que podría servir de estacionamiento, pero está totalmente vacío. Ese predio está pegado a la Secundaria Técnica número 17 Mar Patrimonial pero la realidad es que no hay voluntad de poner orden en el pueblo.

Solo en lo que respecta a la vialidad, diariamente se podrían aplicar de 30 a 40 boletas de infracción a automovilistas mal estacionados sobre la calle principal, pero para ello se ocupa la presencia de al menos un agente de tránsito que visitara el pueblo por unas horas, comentaron los vecinos.

Está visto que no hay interés de poner orden y el pueblo cada vez se pone más caótico, se tienen muchos problemas con los directivos de GIRRSA encargados de la recolección de la basura, y aunque se hacen compromisos y más compromisos no se resuelve nada y no pueden cumplir con sus compromisos.

Empresarios restauranteros hablaron con directivos de GIRRSA la semana pasada, posterior al año nuevo y hasta ahora no han podido limpiar el pueblo y la basura abunda porque hay mucha gente, mucho turismo y el pueblo como comunidad aporta todo lo que puede, pero por lo visto no es suficiente y el mayor problema lo constituyen los desarrollos no autorizados para condominios.

Llama la atención que los pobladores se quejan, pero siempre desde el anonimato. En un recorrido se habló con comerciantes, vecinos y hasta taxistas que no quisieron ser identificados por temor a represalias de las autoridades, mismas que lamentablemente no hacen nada por poner orden en el pueblo.