By Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
La expresión no es exagerada, el edificio que en la administración del ex alcalde Rafael Cervantes Padilla, se hizo para que fuera ocupado por la presidencia municipal, hoy se cae materialmente a pedazos, ante la indiferencia de quienes fueron sus promotores y de los vecinos de la cabecera municipal.
Unas cuantas vigas de acero sostienen la estructura que en su mayor parte está conformada de bloques de tabla roca y en otros casos de plástico que cada día que pasa quedan al descubierto. Los vándalos ponen su parte al destrozar vidrios, al arrancar tubería de aire acondicionado, y hasta las losetas del piso.
De esta manera el viento hace su parte, al hacer volar materialmente las “paredes” dejando al descubierto tuberías del sistema sanitario o de la corriente eléctrica, lo mismo que el poliducto, o las tuberías de agua. Los malandrines han tumbado los “pilares” que debían ser de concreto, para poner al descubierto que se trata de falsas pilastras, huecas totalmente.
El visitante en todo alrededor debe pisar con cuidado pues abundan los cristales rotos, las losetas despegadas del piso de cemento o incluso los alambres que sostienen las tuberías del sistema de aire acondicionado, cuyos motores se ignora si están en la azotea del edificio, pues nadie ha intentado trepar hasta el techo.
El rumbo se nota semiabandonado, la plancha de cemento que un día se pensó serviría como estacionamiento, y las jardineras “que adornaban” el predio, hoy se confunden con la vegetación que cada día invade todos los espacios. Incluso las calles adyacentes que antes ya comenzaban a registrar circulación importante, hoy solo son usadas por los vecinos de ese rumbo del pueblo de Valle de Banderas.
Solo unos camiones de volteo están parados a unos 100 metros, donde se maneja material para construcción, el cual obviamente nunca se usó ‘para levantar ese “moderno edificio” en el que solo el Ccabildo de José Gómez sesionó durante algunos meses. Milagrosamente salieron ilesos, porque un fuerte viento si podría haber derrumbado esa obra.
La verdad es que “la presidencia de cartón”, es toda una historia en Bahía de Banderas, una historia fraudulenta por la que los sucesivos ayuntamientos y a final de cuentas los habitantes del municipio, han pagado más de lo que vale en realidad. Y cada día que pasa se demuestra de manera patente.
