By Por Mathis Lídice/Nota
Arturo Pasos Muñoz/Fotos
En la mañana del 23 de febrero de 1983 llegó a Puerto Vallarta el yate HMY Britannia, que trajo a la Reina Isabel II, monarca del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte y cabeza de la Comunidad de Naciones, formada por 53 Estados, 51 de los cuales formaron parte del Imperio Británico.
La Reina Isabel II vino a México en visita oficial, acompañada por el Duque de Edimburgo y Príncipe Consorte, Felipe Mountbatten. Aquí fué recibida por el Presidente de la República, Lic. Miguel De la Madrid Hurtado, por el Gobernador de Jalisco, Lic. Flavio Romero de Velasco y por el H. Ayuntamiento de Puerto Vallarta, presidido por el Arq. Jorge Leobardo Lepe García, así como por las respectivas esposas de los tres mandatarios mexicanos.
La Reina Isabel II fue la segunda Jefe de Estado extranjero que visitó Puerto Vallarta. El primero fué Richard Milhous Nixon, Presidente de los Estados Unidos de América, quien fue atendido el 20 y 21 de agosto de 1970 por el Presidente Gustavo Díaz Ordaz, el Gobernador de Jalisco Francisco Medina Ascencio y el H. Ayuntamiento, que presidía don José Vázquez Galván.
MÉXICO ENTERO LA RECIBIÓ
Ambos acontecimientos internacionales no sucedieron en ninguna otra población. Además, recibieron en nuestro puerto al Presidente Nixon y a la Reina Isabel II los titulares de los tres órdenes de gobierno de nuestra nación, el federal, el estatal y el municipal. Simbólicamente, por tanto, estuvo aquí México entero. Por eso es importante festejar estas fechas, que forman parte de nuestro patrimonio histórico y estimulan el espíritu cívico de los vallartenses al recordarles vivencias de valor único que hicieron sobresalir a nuestra comunidad.
La visita de la Reina Isabel II a Puerto Vallarta cumple ahora cuarenta años. Se podría decir que debería conmemorarse hasta que llegara al medio siglo. Sin embargo, estamos en un momento especial, todavía cargado de su presencia: el 6 de febrero de 2022 cumplió setenta años de reina y el próximo 2 de junio habría sido el septuagésimo aniversario de su coronación. Su fallecimiento el 8 de septiembre interrumpió el Jubileo de Platino con que se empezaba a festejar su largo reinado. Pero la muerte no menguó su imagen. Sus décadas como monarca, su prestigio como persona y las numerosas películas y series televisivas que la protagonizan la convirtieron en un activo turístico que ahora puede beneficiar a Puerto Vallarta. De aquí a diez años no lo sabemos. En 2020 fué el cincuentenario de la visita de Nixon y pasó desapercibido.
LAS ACTIVIDADES
La recepción de la Reina Isabel II y del Príncipe Felipe empezó en el Palacio Municipal, recibiendo el saludo del H. Ayuntamiento en el Salón de Cabildos, estando presentes el Gobernador de Jalisco, Lic. Flavio Romero de Velasco y su esposa. Después de contemplar la Plaza de Armas desde el balcón del despacho del Presidente Municipal, la Reina y su comitiva la recorrieron para ver el tianguis con productos típicos que les habían preparado las damas de diversas asociaciones. Terminó la mañana visitando el UNIDIS, guiada por la Presidenta Municipal del DIF, Adriana, y por el doctor Morán, su Director estatal.
NO FALTARON LAS ANÉCDOTAS.
Al presentar el arquitecto Jorge Lepe a los demás Munícipes, la primera fue la Vicepresidenta Municipal, María Isabel Pérez Famoso. La Reina, que no oyó bien su nombre, le preguntó:
-Entonces, ¿cómo se llama usted?
-María Isabel, señora.
-Bueno. Isabel me llamo yo. Pero usted, ¿cómo se llama?
La traductora oficial de la Presidencia de la República, Ítala Murayata, quien acompañó a la Reina todo el tiempo que estuvo en Puerto Vallarta, le explicó que la Vicepresidenta era su tocaya. La soberana se mostró muy complacida de que una mujer, que se llamaba igual que ella, tuviera ese cargo en el Ayuntamiento vallartense.
El Presidente Miguel De la Madrid ofreció a la Reina un banquete en la Casa Alejandra, en Conchas Chinas. Se había planeado que fuera en el restaurante “La Perla” del hotel Camino Real. Pero la noche anterior una marejada imprevista dañó el restaurante, que estaba contiguo a la playa, y fué necesario cambiar de sitio.
COCTEL EN EL YATE BRITANNIA
A la caída del sol, la Reina agradeció las atenciones que había recibido, ofreciendo a las autoridades mexicanas un coctel en el yate Britannia. La soberana también invitó al coctel a cinco vallartenses, los señores Rubén Miller Varela, Salvador Solórzano Forbes, ingeniero Enrique Carothers Barreto, ingeniero Gabriel Igartúa Méndez y licenciado Félix Fernando Baños López, en representación de los ciudadanos de Puerto Vallarta. El coctel se sirvió en la cubierta del yate, y mientras tenía lugar, después de recibir personalmente a todos los invitados, la Reina Isabel II, acompañada del Príncipe Felipe, conversó en forma privada con el Presidente de la República y su familia; en seguida con el Gobernador de Jalisco y su esposa; y luego con el Presidente Municipal de Puerto Vallarta. Cuando el arquitecto Lepe y su esposa Adriana estuvieron con ella, la Reina les comentó que había pasado un día magnífico en Puerto Vallarta, y que le habían gustado mucho la ciudad y su gente. De recuerdo les regaló una foto oficial suya y del Príncipe Felipe autografiada.
Para terminar el evento, se pidió a los invitados que se pusieran a la barandilla de babor, para contemplar el espectáculo ofrecido en tierra por la banda de la Guardia Real, después de hacer el homenaje a las banderas de México y del Reino Unido.
Al bajar del yate Britannia a tierra los invitados, una dama de la Reina, agradeció, en nombre de ella, a cada uno su asistencia al coctel, preguntándoles si había sido de su agrado.
Como dato final, la Reina Isabel II se quedó sola, mirando desde del yate las luces nocturnas de Puerto Vallarta. Cuando el Britannia zarpó del puerto, seguía en el mismo sitio. Esa fué la última imagen que se tuvo de ella. De veras le gustó estar aquí.
