Se reactiva llegada del turismo nacional en la zona hotelera de Bucerías

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

A pesar de que Bucerías se mantiene con reportes de ocupación de turismo extranjero, ahora es el turismo nacional sobre todo el de la zona del Bajío el que reporta un incremento en el número de paseantes en esta localidad costeña.

Basta revisar las placas de los vehículos particulares que se han estacionado en las calles aledañas a la plaza y frente a las oficinas del ejido, incluso en la calle principal, para poder identificar gente de Michoacán, Querétaro, Guanajuato, Zacatecas y sin faltar turismo de la capital del estado de Jalisco, Guadalajara.

Entre los comentarios de algunos trabajadores, está el de una mesera, que refiere que su patrona los dejaba descansar los días martes y miércoles porque eran los días más flojos en la afluencia de turismo, pero a partir de esta semana, ya lo dejaran de hacer porque hay más arribo de turismo nacional.

Si bien, será un mes y medio de más arribo de turismo nacional, tendrán que aprovecharlo y dejar de descansar los dos días de la semana, para irse turnando entre los trabajadores. De contar con una sola mesera en los tiempos de baja afluencia, ahora se tienen otras tres, en total cuatro chicas atienden uno de los cuatro o cinco locales de comida casera ubicados en la avenida Alfredo V Bonfil.

Incluso los vendedores de mercado de artesanías aledaño, a la plaza principal comienzan su jornada laboral más temprano, e invitan a los turistas nacionales a pasar a revisar sus locales: “pase, vea que más le ofrecemos adentro, tenemos varias cosas que le pueden interesar” y “si busca algo de ropa de playa tenemos tallas extras, vea y compare le damos buen precio”.

En la plaza principal están los tradicionales puestos de artesanía huichol, como las figuras de madera cubiertas de chaquira, los collares y aretes, así como pequeñas muñecas de huicholes tanto con la vestimenta de hombres como de mujeres.

También los restaurantes registran ingreso constante de comensales, tal parece que hay para todos porque los vendedores ambulantes incrementan el número de sillas de acuerdo al número de personas que se les acerca.