Ciudadanía espera que el Congreso entierre la reforma electoral

En momentos sensibles y trascendentes en la democracia en nuestro país, el Dr. Jorge Villanueva Hernández, presidente de la Asociación de Empresarios AEBBA A.C., señala que estamos ante un México más injusto, pero también estamos frente al despertar de la sociedad civil como un nuevo actor en la vida de la nación. Esto es lo que sigue y esto es lo que se espera en sus palabras de reflexión al respecto.

Por Dr. Jorge Villanueva Hernández (*)

Después de la marcha ciudadana de aquel domingo 13 de noviembre la ciudadanía que participó, más los ciudadanos que simpatizan con el movimiento pero que no se manifestaron en la ya histórica marcha, nos preguntamos: ¿Qué sigue? ¿Qué esperamos? Esperamos que el Pleno del Congreso finalmente de por enterrada la Reforma Electoral constitucional.

El propio Presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que a Morena no le alcanzan los votos para lograr una mayoría calificada en la Cámara de Diputados que pudiera sacar adelante su propuesta inicial.

Es indudable que la marcha del 13 de noviembre en la Ciudad de México y, en por lo menos 60 ciudades del país, ha derrotado la iniciativa que pretendía sin duda acabar con el INE.

Sin embargo, otro de los grandes logros de la marcha civil, fue el despertar de la ciudadanía a la libre manifestación, en defensa del árbitro electoral con la frase “El INE no se toca”.

En ninguna de las más de 60 ciudades que participaron en la marcha de la sociedad civil, ni en la propia capital del país se esperaba la respuesta voluntaria de miles y miles de ciudadanas y ciudadanos que salimos a manifestarnos.

Este martes 6 de diciembre se esperaban dos importantes eventos en la Cámara de Diputados. En uno se desecha la iniciativa pretendida en la cual, con cambios Constitucionales, se intentaba cambiar al Instituto Nacional Electoral, por otro Instituto a modo y deseo del Gobierno Federal.

Y en el segundo evento la Cámara de Diputados recibirá el “plan B” presidencial en materia electoral.

Desde Campeche y en plena gira de trabajo, el Primer Ejecutivo envió la sentencia al país: “Claro que el INE sí se toca”, solo faltó que a esta sentencia se le añadiera la de “No me salgan con que la ley es la ley”.

La ruta que sigue la propuesta del Ejecutivo se define el día de hoy, cuando la junta de coordinación política se reúna para agendar los temas que habrán de votarse en San Lázaro esta semana. Morena está a la espera de que el Plan B sea votado entre los días miércoles y jueves, con el apoyo de sus aliados del PT y Partido Verde.

Una reforma a leyes secundarias sin tocar la Constitución solo requiere de mayoría calificada, es decir del 50 por ciento más uno y, Morena y aliados la tienen. Y aquí volvemos a las preguntas iniciales: ¿Qué sigue? ¿Qué esperamos?

Sigue y esperamos, que el despertar de la sociedad civil en el escenario nacional logre darle otro rumbo al país. Pretendemos un país no polarizado; nunca se había dividido la sociedad en la forma en que actualmente vivimos y convivimos.

Queremos y creemos en una real democracia, fuera de autoritarismos. La vida democrática de un país no inicia y se termina en el mero acto de votar. La vida democrática es una forma de vida, donde se respeta la pluralidad y el disenso; donde pasando el proceso electoral en turno se llame a la reconciliación de todos los mexicanos.

Somos un pueblo generoso, lleno de cualidades que esperamos ir en conjunto como sociedad a la gran transformación del México del Siglo XXI. La propia estadística oficial no deja duda; el país se ha empobrecido más, la pandemia es solo una parte del problema.

Hoy estamos ante un México más injusto, los programas asistenciales solo buscan lealtades electorales. La violencia está ahogando al país, Entidades Federativas como Zacatecas son un polvorín. Se acribilla a un General y a un Juez, hay violaciones en los derechos humanos que nos vulneran como sociedad.

Estamos como país a nada de llegar a un panel ante nuestros socios comerciales del norte del continente, el cual nos costaría alrededor de 20 mil millones de dólares.

Como sociedad civil queremos otro México para las actuales y las futuras generaciones. No cabe duda que estamos frente al despertar de la sociedad civil como un nuevo actor en la vida de la nación. Esto es lo que sigue y esto es lo que esperamos.

(*) Presidente de la Asociación de Empresarios de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.

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