By Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
El deporte del surf no pasa de moda en Sayulita, donde los recién nacidos aprenden a domar las olas apenas son destetados, y en la adolescencia son maestros en navegar sobre la tabla y gracias a eso han surgido de ese pueblo destacados deportistas que han integrado el seleccionado nacional para los juegos mundiales de surf.
Al recorrer el pueblo salta a la vista la gran cantidad de escuelas ubicadas en un trecho de apenas 300 metros de playa, donde jóvenes que apenas rebasan los 20 años, funcionan como instructores de surf y venden sus clases a jóvenes o adultos extranjeros que minuciosamente siguen sus indicaciones para pararse o subirse a la tabla.
Y es que mientras en Hawaii, los surfistas se lanzan a las olas solo cuando se sienten seguros, aquí lo hacen desde que son niños, ya que lugares como Puerto Escondido podrá tener olas más grandes y desafiantes, y muchas de las rupturas a lo largo de la costa de Baja California y más abajo al sur de México son superiores a las de Sayulita, pero no importa.
La verdad es que el surf ha sido parte de la cultura de Sayulita desde que llegaron al pueblo las primeras tablas que un extranjero trajo y por algunas décadas, y en el transcurso de ésos años, el pueblo ha evolucionado y se ha convertido ya en la propia ciudad del surf de México.
Gracias a esa afición, en 2014 la mitad del equipo nacional mexicano de seis personas, que participaron en los Juegos Mundiales de Surf, celebrados del 4 al 12 de Mayo en Panamá, procedían de Sayulita. Esto es parte del curso. Cuando se trata de surfear y remar, no hay otro pueblo en México que se aproxime a Sayulita en términos de producir campeones.
Gracias a ese auge, en toda la zona de Punta de Mita hay instructores de surf que brindan clases lo mismo en las playas de Higuera Blanca, en El Anclote, en San Pancho e incluso en la Cruz de Huanacaxtle. La mayoría de los instructores han salido de Sayulita.
Por eso hasta la fecha la playa del pueblo de Sayulita, se llena de surfistas hombres y mujeres, niños y adultos que van y vienen, se suben y caen de la tabla porque su afán es poder dominar una ola.
