LA MIRADA INCÓMODA

“Cualquier tecnología suficientemente avanzada es equivalente a la magia”: Sir Arthur G. Clarke.

Por Alfredo César Dachary – cesaralfredo552@gmail.com

En la segunda parte del siglo XX o el “siglo corto” según Eric Hobsbawm, ya que inició en 1914 con la gran guerra y finaliza el 1990 con el colapso de la URSS, a mitad del mismo termina la 2ª. gran guerra y Estados Unidos asume la hegemonía del sistema mundial fragmentado en tres grandes partes: Occidente, liderado por Estados Unidos, Oriente por la URSS y un tercer bloque que se frustró, pese a ser el más grande, fue el denominado Tercer Mundo, los países colonizados por Europa en vías de liberarse.

La sociedad del consumo que emerge inunda a ciertas partes del mundo con mobiliario y maquinaria para mejorar el hogar, desde el refrigerador a la estufa, el auto y el televisor, todos ellos forman parte del sueño que impulsó Estados Unidos: American Way of Life o “sueño americano”.

La insignificancia avanza de la mano de lo que es posible vender, fácil y rápido, hecho en nuevos materiales como el plástico y así llegan al mundo occidental las cosas japonesas y luego las chinas, después las coreanas entre las masivas para el gran mercado mundial.

Pero no solo se reemplazaron juguetes y otros elementos de la vida diaria fabricados en Europa o distribuidos por ellos, sino que el cambio comienza a ampliarse y así tenemos que desde los 80’ y más en los 90’, se ha ido encogiendo la presencia de los comics y los superhéroes estadunidenses en Occidente (coincide con el fin de la guerra fría) y el comienzo del ocaso de la dominación imperial.

Ha desaparecido el enemigo y nadie le disputaba a Estados Unidos la hegemonía, ya no hacían falta los “falsos héroes” (Superman, Mujer Maravilla, etc.), ya que estos objetos de la cultura masiva aparecen como la encarnación del imaginario social, que ya había vivido las dos grandes derrotas: la de Vietnam y la del dólar, que llevó a retirar el respaldo oro en la moneda de pago y reservas de la mayoría de los países ante la crisis interna de Estados Unidos.

En 1980 comienza el cambio, “sociedad sin héroes”, sin utopías, el tránsito de una etapa de transformación en el orden de la cultura, es lo que se le suele llamar “postmodernidad”. Estos horizontes ya no forman parte de nuestro tiempo, porque el futuro es y tiene existencia, no como el devenir de lo nuevo, lo incognoscible, sino como extensión planificada del presente.

Y así, luego de tres siglos, se llega a una nueva meta, el futuro ya está aquí, con nuevos ídolos “tecnológicos”, Bill Gates y los nuevos constructores del futuro, de la nueva sociedad, la digital, que se impuso definitivamente a través de una desgracia colectiva, la gran pandemia de Covid-19.

El lenguaje cambia, ya no hablamos de ciencia sino de tecnología, no hablamos de técnica si de tecnologías y, por ello, es importante poder entender las diferencias que son más que de significado porque hoy están liderando una nueva sociedad.

CINCO INTENTOS DE RESPUESTA

Hoy nos enfrentamos a cinco intentos que plantean responder ¿qué papel juega la tecnología en la sociedad actual?, y los cinco se responden de manera afirmativa y diferente.

1).-PRIMERO: Tenemos que el entorno social depende para su funcionamiento de las tecnologías de la información y la informática, y los sistemas de control, defensa y logística de la sociedad se sustentan en la informatización de ésta, como lo veían pioneros como Pierre Nora y Alain Minc, en la Cumbre Mundial sobre la sociedad de la información, por ello la tecnología es el paisaje habitual y condición de funcionamiento de la sociedad actual.

La sociedad de la información se ha convertido a lo largo de estos últimos años y desde Estados Unidos en la tecnología explicativa y que legitima al capitalismo mundial (Riccardo Petrella).

2).-SEGUNDO: Tenemos que la tecnología asociada a la ciencia y buscando demandas pragmáticas como lo plantea Peter F. Drucker es la dinamizadora de las innovaciones y progresos, en áreas diversas. Este austríaco y economista fue el padre del Management. En 1946, Drucker publica su libro “Concept of the Corporation” (El concepto de la corporación), el cual fue un estudio basado en una de las empresas más grandes del mundo, la General Motors, donde se aplicaban las últimas grandes tecnologías de la época. El acoplamiento ha cambiado, es de la ciencia en la tecnología y la biotecnología, genética y farmacéutica, ciencia volcada a los humanos que los transforman, haciéndolos seres tecnológicos.

3).-TERCERO: La tecnología creó un mundo, avanzó hasta lo imaginable y todo será “alcanzable”, ya que la ciencia tiene un lugar central como actividad permanente de producción de certezas. La única condición para que la promesa se vea cumplida es tener confianza en los sistemas expertos, que guían las acciones de la tecnología.

4).-CUARTO: La tecnología se ha transformado en un asunto inquietante, pese a sus logros hay grandes costos en la sociedad y el mundo natural. Hoy vivimos una especie de contradicción permanente, ya que somos conscientes del impacto de las tecnologías en la producción y la naturaleza y, a la vez, pensamos en ésta como una salvación para el daño causado que hoy nos lleva a un apocalíptico cambio climático global.

5).-QUINTO: No menos importante, tenemos que la existencia de un mundo tecnológico es posible, siempre y cuando éste satisfaga las exigencias de una significación imaginaria, que da lugar a esta institución de la realidad. Como significación imaginaria social se hace patente en discursos y objetos, se hace parte del mundo, con las huellas que le da la lógica hegemonía: volviéndose forma, valor y legitimación.

En las últimas décadas se ha dado una inversión entre la relación de la ciencia y la tecnología, quedando la ciencia a la zaga, pese a que ambas arrancan al comienzo de la modernidad, siendo la vanguardia la ciencia y la sintetizadora y traductora de los nuevos conceptos; en cosas útiles quedaba la tecnología.

Desde la Primera Revolución Industrial, la tecnología triunfante sigue creciendo y se aleja del dominio de la sociedad, como si tuviera una vida propia e incontrolable, lo que hoy tememos de la Inteligencia Artificial y de esta preocupación surgen dos temas, las formas de la cultura masiva, le dio forma a un cambio para ingresar a la sociedad del consumo y propia significación de la tecnología, que hoy la seguimos confundiendo, no discriminando frente a la ciencia.

La idea de tecnología puede dar un sentido positivo a una constelación de nociones connotadas, pero diciendo prácticamente nada. Ya no se refiere a una actividad específica, ni a determinados objetos, sino que se instala como una significación imaginaria.

NUEVAS TECNOLOGÍAS Y SOCIEDAD

En 1929, Valentín Volóshinov sostenía que las mismas condiciones económicas unen un elemento nuevo a la realidad con el horizonte social y le adjudican una significación social, lo hacen “interesante”, así como las mismas fuerzas crean las formas de comunicación ideológica (cognoscitiva, artística, religiosa), las cuales a su vez determinan las formas de la expresión sígnica.

De allí que las nuevas tecnologías se instalan en la dimensión simbólica de la sociedad contemporánea y todas ellas toman a la tecnología como motivo central, y las transformaciones de la sociedad hacen la historia como el devenir de lo diferente, que se explica por la fuerza creadora de los seres humanos y de sus colectivos humanos.

Es así como el significado de la tecnología recorre el discurso social, que permite reconocer al mismo tiempo el mundo que en él que se inscribe, se legitima, se asume como verdad inequívoca, como lo fue y es la ciencia, aunque su transformación hoy nos haga dudar en muchos casos.

Por ello es que la apuesta mayor es la de captar los cambios de la época como indicios de un mundo que puede ser o es; a comienzos del siglo XIX el humano logra moverse masivamente a un bajo costo, el ferrocarril, el telégrafo y los barcos.

A fines del XX y comienzo del XXI, la comunicación da grandes saltos a una sociedad que la exige para vivir los tiempos modernos en plenitud.

La cultura contemporánea no se distancia del discurso dominante ante el cual es promovido por la propaganda, que responde a una doble petición, primero la de permitir la emergencia de nuevos significados sociales, que emergieron en las últimas décadas y circulan entre los jóvenes, y la segunda es que cuando no satisfacen el requerimiento de mostrar la realidad y despliegan en la imaginación mundos ficcionales, no siempre posibles, como ha sido hasta hoy el Metaverso.   

En la ciencia ficción, la tecnología aparece como para liberar y dar cuenta de la vida “tal como es”, pero la tendencia actual es la opuesta, se aparta de la ficción para volverse sucesos reales y eleva a hazaña las trivialidades de la vida doméstica, y se alimenta de lo cotidiano. La ciencia ficción fue superada por la nueva realidad y no debemos pensar que perdimos mucho, porque era una visión muy negativa del futuro, la postura opuesta a la que construyó a final del siglo XIX Julio Verne y que está en su obra, incluido el texto inédito, que ya figura en Internet.

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