José Reyes Burgos 

Puerto Vallarta


El día de hoy, Puerto Vallarta tuvo la sorpresa de contar con tres cruceros atracados en su terminal marítima, hecho que sorprendió a todos pues era supuesto que no habría las arribos, luego de las operaciones de navieras turísticas fueran cancelados por el gobierno de Estados Unidos y también en la Unión Europea.

En realidad, los tres barcos llegaron en calidad de recibimiento humanitario. Es decir, no a traer pasaje para que visite el destino, sino buscar repatriar a sus pasajeros y realizar repatriaciones de sus ocupantes.

El  primero de ellos, el Rotterdam, pertenece a la  naviera Holland American Line, y fue el pasado viernes cuando trajo a unos 600 pasajeros en viaje programado con arribo a la riviera del Pacífico mexicano; entonces, cuando hacía su escala en Puerto Vallarta, el presidente Donald Trump prohibió las operaciones de cruceros en Estados Unidos ante el brote de coronavirus.

De este modo, el Rotterdam, al igual que otros cruceros, quedaron en la incertidumbre mientras navegaban en altamar o se paseaban por otros puertos. Ante el alto riesgo de que exista un brote a bordo o si tocaban otros puertos, e  incluso las dificultades de llegar a Estados Unidos, con miles de casos ya registrados, el Rotterdam pidió permiso a la Administración Portuaria Integral para quedarse tres días y usar la ciudad como puente humanitario.

Al final, todos los pasajeros fueron repatriados por avión, desde el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta. El crucero se fue al mar para hacer un recuento de provisiones y evaluar sus posibilidades, ya sin pasajeros, y hoy nuevamente regreso a la terminal marítima local, donde con este gesto, haciendo sonar el claxon y con su tripulación gritando y sosteniendo paños plancos, agradeció la hospitalidad en tiempos de emergencia del gobierno mexicano.

Al mismo tiempo que esto sucedía  otro barco, el Europa, de Hapag Lloyd Line, intentaba la misma operación, y en 12 autobuses sus 300 pasajeros fueron trasladados al Aeropuerto para ser repatriados de regreso al viejo continente, pues en su mayoría se trataba de alemanes.

Se sabe que el Gobierno de México ha autorizado el uso de sus terminales marítimas para convertirlas en puentes humanitarios, a todos aquellos cruceros atrapados por el cierre de fronteras que provoca la pandemia de COVID-19.

 

Los pasajeros de todos los barcos que lleguen antes serán evaluados por una inspección de Sanidad Internacional para verificar que no están contagiados por COVID-19.

En el caso del Norwegian Joy, que llegó la tarde de este viernes, lo hizo únicamente con su tripulación a borde, de más de mil hombres y mujeres. Sus pasajeros ya fueron evacuados en otro lugar.

Se espera que más cruceros vengan en este estatus de puente humanitario a Puerto Vallarta, con y sin pasajeros. La suspensión de todos los viajes en crucero estará vigente por lo menos hasta el 20 de abril, sujeto a aplazamiento.

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