Urge recuperar equilibrio y autonomía de poderes
La política es una actividad sorpresiva y veleidosa. Sorpresiva porque puede tener desenlaces insospechados. Y veleidosa porque es mudable, frívola y variable. Y, por consecuencia, en términos generales la mayoría de los políticos son sorpresivos y veleidosos.
Y en este 2024 México enfrenta uno de sus mayores retos de la época contemporánea: Como país nos encontramos en un modelo de nación que se ha alejado del equilibrio y autonomía de poderes, los Diputados Federales en San Lázaro, aliados con MORENA, han denigrado su papel de legisladores para convertirse en la ventanilla de trámite del Ejecutivo, quien simplemente ordena en sus iniciativas “NO cambiar ni una coma”.
Este año, como República libre y soberana, sólo nos queda dos opciones: Continuamos con lo mismo que hemos tenido en este sexenio, o cambiamos el rumbo.
La disputa electoral nos lleva a elegir entre la democracia o el autoritarismo.
Esto es en lo Federal, pero en el ámbito local Jalisco es uno de los 9 estados que se enfrentan a proceso electoral para el ya próximo 2 de junio.
Y para Jalisco la disyuntiva es a la inversa del terreno federal. Continuamos por el rumbo establecido por Movimiento Ciudadano con Pablo Lemus a la cabeza, o cambiamos por Morena con etiqueta de Verde.
En el terreno municipal Puerto Vallarta también se encuentra en su muy particular ojo del huracán.
La coalición PRI, PAN, PRD, sin la participación de un candidato verdaderamente emergido de la sociedad civil, no tiene la menor posibilidad de competir a ganar.
Todo apunta que estarán jugando a tratar de allegarse de una regiduría, y solos los tres partidos, sin la participación de la sociedad civil, tendrán un resultado muy similar al del 2021, es decir les espera un rotundo fracaso electoral.
A estas alturas de la contienda municipal, la lucha por los votos se concentra en los partidos Verde, Morena y Movimiento Ciudadano.
Lo de más es lo de menos, ya que la suma del PRI, PAN y PRD, se torna en una alianza de suma fragilidad sin la participación de la sociedad civil.
Hay que recordar el proceso electoral del 2021, en que estos tres partidos jugaron en forma independiente, y los tres partidos no pudieron tener los suficientes votos para alcanzar un espacio en el cabildo.
Son tiempos de definiciones y en cada región que se valore por el ciudadano común la forma de emitir su voto, se encontrará ante la disyuntiva de actuar en forma razonada e inteligente para votar a conciencia.
Un voto razonado es un voto útil para una sociedad que aspira a un futuro mejor en lo individual y en lo colectivo.
Los partidos políticos se han olvidado del origen democrático por el cual emergieron, y se han olvidado también de la sencilla función del servidor público, que es precisamente servir a la comunidad que les otorgó el voto.
Nuestra ciudad es un baluarte para Jalisco y para México en materia turística, sin embargo, le falta una reingeniería por parte de gobierno de los tres niveles; se requieren soluciones inmediatas en infraestructura para garantizar el desarrollo de la región a través de nuestra vocación principal que es el turismo.
El reto es mayor y la solución está a escasos meses en que nos encontremos ante la urna depositando el voto que puede cambiar el rumbo al que actualmente se ha metido al país.
La esperanza de un mejor futuro cambió de manos y hoy la esperanza está en los ciudadanos que fundamentalmente conformamos la clase media, esa clase media que hace posible el desarrollo económico y social.
En toda la historia de cualquier país libre y democrático es la clase media el gran motor social, que lleva a la transformación y al verdadero cambio para abatir la pobreza y el desequilibrio social.
Es importante entender la fuerza que haga crecer a Xóchitl Gálvez y esa fuerza radica en la sociedad civil, y tiene que partir del ámbito local al ámbito federal.
Se requiere a nivel municipal de un perfil ciudadano ajeno a cualquier partido político que le sume al proyecto de Xóchitl Gálvez.
Las condiciones actuales en Puerto Vallarta apuntan al ejercicio de un voto diferenciado en los tres niveles de gobierno.
Y Arnulfo Ortega “Don Chonito” ha manifestado que si le cierran la puerta en la coalición PRI, PAN, PRD, buscará en otros partidos políticos, los cuales le den plena participación a la sociedad civil.
Es un hecho incuestionable que el próximo Ayuntamiento debe de contar con ciudadanos que le den equilibrio y gobernanza al ejercicio del poder en el municipio.
En política se gana por el número de votos que se logran en una contienda política y si la alianza PRI, PAN, PRD se aleja de la fuerza ciudadana y postula a la actual dirigente del PRI local, el fracaso será inminente, el mismo fracaso que tuvieron estos tres partidos en el 2021.
No cabe duda que la política es una actividad sorpresiva y veleidosa.
(*) Jorge Villanueva Hernández, empresario e inversionista en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.