José Reyes Burgos
Puerto Vallarta
«Don Neto» es un comerciante de 57 años de edad, oriundo de Valle Dorado, pero que trabaja en el Malecón de Puerto Vallarta. Él vende papitas, churros, y algunos juguetes mexicanos, que a muchos extranjeros o turistas nacionales les gusta comprar.
Pero ayer, fue el primer domingo que no salió a vender; «no hay nadie, no habia a quién venderle. Ni a la misma gente de aquí porque no se veía nadie, ya no hay que hacer», dijo con notable tristeza. Él, señalo, únicamente tiene para comer una semana, pues vive al día, y después, espera que su familia lo ayude.
Por otra parte, Javier, de 29 años, trabajaba con mesero en un conocido restaurante de la Zona Romántica. Ya no fue requerido el domingo, porque el capitán de meseros le explicó que «únicamente iban a ir los de antaño, porque gente casi no había consumiendo», por lo que él y sus compañeros que trabajan por temporadas ya no podrán laborar ahí.
Antonia, por su parte, es madre de familia, casada, vive en El Pitillal. Y todos los días, salvo el sábado que descansaba, iba desde las 7 de la mañana a presentarse a un hotel de alta gama en Nuevo Vallarta, en el camión de la empresa, para atender el servicio de limpieza a la habitación. Ayer le dieron la noticia de que, por ahora, sería su último turno porque ante la casi nula ocupación de los cuartes, únicamente personal esencial se iba presentar a trabajar.
Tiene un contrato, pero no sabe si por quedarse en su casa le van a pagar, porque ciertamente, «no es culpa del hotel, yo lo se, lo que pasa con todo, pero si necesito comer, ojalá me manden algo aunque sea para mis hijos», señaló preocupada.
Como los tres anteriores testimonios, existen justo ahora miles de ciudadanos de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, quienes han perdido su empleo, directa o indirectamente, ante el vacío de las calles y el cierre de hoteles, bares, antros y al 75% los restaurantes, producto de la pandemia del COVID-19.
Pese a que no hay una cuarentena nacional, decretada por la Federación, el Gobierno de Jalisco si ordenó el cierre de establecimientos hasta el 20 de abril. Por otra parte, la mayoría de los turistas extranjeros huyeron del destino turístico hasta el pasado domingo, cuando dejaron de operar seis aerolíneas extranjeras en México.
Con este panorama, lugares que usualmente están, en plena temporada, con alta presencia de paseantes, los días pasados lucieron vacíos y desolados, especialmente en áreas como el Malecón, el Centro Histórico, la Marina y toda la Zona Hotelera.
No hay certeza de cuando estas personas, pulpa y tuétano de la vida económica de la región como destino turístico, recuperarán sus fuentes de empleo. La Secretaría de Salud ha estimado que la crisis sanitaria se prolongue unas 12 semanas (3 meses) desde el primer caso; es decir, hasta principios de mayo.
El panorama en el destino turísico no tiene precedentes desde las afetaciones por el huracán Kenna en el 2003 o la otrora pandemia y consecuencias de la crisis financiera mundial, en el 2009 – 2010. Algunos empresarios incluso temen un incremento en la delincuencia común debido a la falta de fuentes de ingresos.
En resumen, básicamente todos pasan por un mal momento: taxistas y transportistas, prestadores de sevicios turísticos y touroperadores (estos últimos casi cerrados en su totalidad), restauranteros, hoteleros, tiendas y establecimientos de compra. Pues sin el turismo, la dinámica se limita a un consumo local, con muy limitado poder adquisitivo porque este, basa sus ingresos en empleos sostenidos precisamente de la visita de foráneos y extranjeros.
Con esperanzas a que alguien venga ya no en Semana Santa, sino en el verano, y la expectativa de que la pandemia termine antes del invierno para que la próxima temporada si registre afluencia, la mayoría de los habitantes de Puerto Vallarta, Riviera Nayarit y Cabo Corrientes viven al día y con esperanza de que la crisis acabe lo antes posible.
El Gobierno de Jalisco, cabe señalar, anunció una serie de apoyos económicos a pequeñas y medianas empresas, así como a comerciantes informales, cuyas reglas de operación serán publicadas el miércoles.
Las imágenes hablan por sí mismas: