Vialidades, la urgente demanda de la región Puerto Vallarta-Bahía de Banderas  

OPINIÓN

Por Marc Murphy

Marc@MexicoPacificLifestyle.com

Puerto Vallarta y Bahía de Banderas constituyen en la actualidad una de las regiones urbanas y turísticas más importantes del país, con una población cercana a los 500 mil habitantes (según el último censo del Inegi) y alrededor de 4 millones de turistas y visitantes al año, distribuidos en un espacio aproximado de 60 kilómetros a lo largo de la costa de la bahía de Banderas.

En los últimos años el turismo y las inversiones turísticas han aumentado de manera considerable, pero a la par también han aumentado las demandas y problemas que producen la dinámica demográfica y la conurbación.

De acuerdo con un informe de la Universidad de Guadalajara, es posible que la región supere la cifra de 700 mil habitantes en el año 2025, y pese a que ya ha recibido reconocimiento como zona metropolitana -lo que a su vez le permite recibir asignaciones presupuestales del Gobierno Federal a través del Fondo Metropolitano por más de 40 millones de pesos anuales- la realidad es que sus vías de comunicación no corresponden a las de un destino de su categoría.

Precisamente, hoy me quiero enfocar en este tema, ya que cada vez se hace más evidente el problema que genera la única y principal vía de conexión entre ambos municipios, en la que el tránsito es cada vez mayor, con enormes filas de autos creando un caos a todas horas, y que se intensifica cuando ocurren accidentes o descomposturas de vehículo, convirtiendo el puente sobre el río Ameca en un “cuello de botella”.

Si de por sí la situación ya es desesperante, habrá que añadirle el problema que se nos viene con el nuevo parque temático, cuya primera etapa se prevé esté lista este año y que en etapas subsecuentes contempla un espacio dedicado al circo. Según datos de la compañía, el parque espera recibir más de 2 millones de visitas anuales.

Y no se trata de denostar a las compañías que invierten tanto en Puerto Vallarta como en Bahía de Banderas, al fin y al cabo traen consigo empleos, derrama económica y otros beneficios, pero no dejo de pensar si estamos preparados para los retos que se avecinan… Me queda claro que no.

Por lo tanto, me sumo a las voces que señalan acerca de la necesidad urgente e ineludible de gestionar nuevos proyectos de infraestructura. O por lo menos de dar seguimiento a los proyectos ya gestionados, que por una u otra razón no han llegado a buen término.

Ahí tenemos el caso del famoso puente Federación, con el que se unirían ambos municipios en la zona noreste. Administraciones van y administraciones vienen, y le siguen dando largas al asunto. Si bien esta obra no solucionará todo el problema, sí ayudará en gran medida a desahogar el tránsito vehicular sobre la carretera federal 200.

Es momento de que la zona metropolitana se transforme con una visión de futuro, que responda a las necesidades de seguridad, infraestructura y movilidad de los habitantes de uno de los destinos turísticos de playa más importantes de México.

¿Qué opinan de esto? Los leo.