OPINIÓN

Por Pattie Berry – patricia.r.berry@gmail.com

Hola a todos los lectores de la columna de Jorge Berry. Porque el “empoderamiento” de las mujeres está de moda, me atrevo a tomar la columna de Jorge de este viernes.

Me presento: soy Patricia, Pattie, y Muñe en mi casa. Soy hermana de Jorge, el Coque, de Raúl, el Goy y de Roberto, el Cacho. Nunca me casé, ni tuve hijos, pero he sido bendecida con 3 hermanos a los que amo entrañablemente, y que me dejó encargados mi mamá, Rosita, cuando se fue de viaje por última vez. A estas alturas, después de 5 bodas, 5 divorcios y 8 sobrinos ya casi todos adultos e independientes, puedo presumir que finalmente he formado un hogar, aquí en Vallarta, con el Coque y con el Goy, y con el Cacho cuando viene de vacaciones.

Todos mis hermanos fueron apasionados deportistas y practicaron de todo: Coque jugó béisbol, era buenísimo en el boliche y ahora es un aceptable golfista; Goy era bueno en lo que fuera y jugó futbol americano, béisbol, boliche, compitió en carreras de velocidad, y también es muy buen golfista; el Cacho practicaba Karate, béisbol, corre y corre y corre, la bicicleta le encanta, también jugaba boliche, es el “joven maravilla” en el campo de golf entre los Rufianes, y ahora le está dando por el tenis. Yo, como buena niña de mis tiempos, bailaba ballet clásico, pero crecí jugando de todo con mis hermanos porque, después de todo, me necesitaban para completar dos equipos. Yo también fui bolichista y todos jugábamos ping-pong armando torneos épicos individuales (yo siempre era 4º lugar) y de parejas.

Al cabo del tiempo, mis tres hermanos se convirtieron en apasionados amantes del deporte en general y Coque hizo toda una carrera narrando deportes para Televisa, al principio con el respaldo de largas sesiones de investigación de los que no estábamos al aire, sino al teléfono con él llenándolo de información mientras narraba. Siempre hemos sido un equipo de 4. 

El caso es que comprendo perfectamente a las viudas del deporte, que ahora son muchas más gracias a los nuevos sistemas y plataformas de televisión. Mis hermanos, como buenos apasionados, si no juegan, ven los partidos en la tele con absoluta concentración.

Normalmente, el aislamiento deportivo es el fin de semana. Pero a todas esas viudas, les tengo una noticia: desde ahora y hasta febrero, la tele estará encendida y la atención centrada en deportes prácticamente diario, y por muchas horas. Todavía faltan 4 carreras de Fórmula Uno con el Checo Pérez, que nos desmañana los domingos.

En octubre, ya estamos viendo los play-offs de la temporada de béis que culminará en la Serie Mundial en los primeros días de noviembre, pero, mientras, hay partidos de campeonato todos los días. Futbol americano hay los lunes y jueves en la noche, y todo el día los domingos, y esta actividad sólo empezará a ceder en intensidad hasta los play-offs en enero, hacia el Super Bowl, al principio de febrero.

En noviembre arranca la Copa Mundial de Futbol, que significa casi un mes de varios partidos buenísimos todos los días. Y, claro, también hay futbol de la Liga Mexicana y casi siempre hay algún torneo de golf profesional de jueves a domingo. Finalmente, los deportes colegiales y los de invierno, como el hockey, se traslaparán con todo esto.

Yo sé que muchas mujeres se sienten como viudas los días de deportes, y están enojadas o de malas desde que Dios amanece. Yo he aprendido que la vida sólo es una, y les recomiendo que no se desesperen, no vale la pena enojarse ni sentirse desplazadas por los deportes; es mucho mejor ir aprendiendo las reglas de los juegos para poder disfrutarlos.

Cada uno tiene su chiste, sólo hay que encontrárselo. Claro, hay veces que es imposible, como por ejemplo, los domingos de americano con mis hermanos con el control de la tele en la mano. Por más que trato de seguir un juego, pues no puedo porque, como hay varios partidos simultáneos y todos son importantes, Coque o Goy están cambiando de un juego a otro constantemente, y yo sólo alcanzo a ver cómo cambian los colores y uniformes, y me pierdo por completo. Acabo por divertirme con sus gritos, risas, comentarios y grandes ocurrencias.

En mi experiencia, todas las mujeres que comparten la vida con apasionados del deporte, como yo, tienen varias opciones:

  1. Salirse de su casa y dejar en paz a los hombres convivir con la tele y pedir su servicio de comida. Es el momento para ir al cafecito con amigas, o ir de compras con calma y gastar dinero sin reclamos, sobre todo si gana el equipo favorito.
  2. Organizar reuniones de parejas, cada quien trae algo de comer, los apasionados se pegan a la tele, discuten, gritan, se enojan o festejan, mientras las no interesadas hacen amistad, platican o se ponen al día en los chismes.
  3. Unirse, ya que no se puede ganar, y es inútil enojarse. Sentarse frente a la tele con los apasionados y tratar de entender y disfrutar de los partidos y la convivencia. He encontrado que para hacer esto, ayuda mucho escoger un favorito desde un principio, porque facilita mantener el interés. Eso sí, no se vale distraer a los profesionales de los deportes por tele: no se puede hablar de otra cosa, no se puede preguntar mucho porque las explicaciones pueden ser largas, y nunca se debe decir “¡te lo dije!”
  4. Divertirse planeando y organizando las sesiones, con o sin invitados. Son muchas horas frente a la tele y nadie se quiere parar más que para ir al baño, así que es muy importante la comida. Todo se puede comprar hecho, pero también puede ser divertido hacer cosas ricas y novedosas, que no requieran de cubiertos. Desde sofisticados patés o una charola de carnes frías y quesos, hasta simples tortas, sándwiches o taquitos. Todo lo agradecen y todo les sabe rico, porque están contentos y disfrutando los partidos. Yo veo pedazos de los partidos y quedo satisfecha.

A lo que sí hay que resignarse es que en cualquiera de las opciones, al final hay que guardar la comida que sobró, limpiar y levantar el mugrero. Con tanta emoción todos hacen muchos aspavientos: se paran, se sientan, tiran patadas, levantan los brazos, y siempre se cae algo, si no es que se rompe algún vaso. 

En mi caso, yo me voy por la opción 4 porque me gusta cocinar y me gusta comer rico. Teniendo 3 hermanos deportistas y apasionados, conozco y entiendo los distintos deportes, y los puedo disfrutar mientras les preparo qué comer y cuido, hasta donde sea posible, que sean cosas que les gustan, que son nutritivas, y que no engorden demasiado; además, cosas que puedan comer con las manos y en platos de cartón.

En fin, ¡que gane más puntos el Checo, que ganen Los Dodgers en béis, que ganen los Raiders en americano, y que a México no lo eliminen en la primera ronda de Mundial!

¡Hasta el lunes, amigos de Vallarta y Bahía!

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