…y comenzó el recorte de personal

EDITORIAL

Apenas la semana pasada hablábamos de la llegada de la temporada baja en los meses de septiembre y octubre de este año, así como de sus posibles efectos negativos en la plantilla laboral de la industria turística de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit.

Planteábamos el hecho de que si el sector turístico de esta región del occidente del país estaba preparado para enfrentar con eficiencia este complicado período de baja de turismo, pero sobre todo si las empresas como hoteles, restaurantes y comercios estaban listos para mantener intacta la nómina.

Solo pasaron los primeros tres días de la semana pasada para que nos enteráramos de que algunos hoteles del sur de Puerto Vallarta comenzaron con el recorte de personal en prácticamente todas sus áreas.

El argumento, por supuesto, fue la baja de turismo y quienes sufrieron este recorte fueron, como casi siempre en estos casos, aquellos trabajadores que tienen poco tiempo laborando para la empresa, es decir, la guillotina cayó sobre los “nuevos”, sobre aquellos empleados que tiene poco tiempo de labores y cuya liquidación, en consecuencia, es más económica.

Hay que reconocer que no es culpa de las empresas, pero también hay que decir que es urgente que hoteles, restaurantes y comercio planeen mejor sus estrategias para no dejar sin empleo y sin sustento a cientos de trabajadores, tanto en Puerto Vallarta como en Riviera Nayarit.

Es verdad que se veía venir, pero no por eso duele menos el recorte del personal, quienes ahora tendrán que buscar una nueva fuente de ingresos económicos para subsistir durante los meses de septiembre y octubre.

Ah, porque en algunos hoteles del sur de Puerto Vallarta les dijeron a los trabajadores recortados que ahí los esperan de regreso en noviembre, una vez que empiece a llegar el turismo norteamericano como parte de la temporada alta de invierno, que normalmente es a partir de la segunda quincena noviembre y hasta finales del mes de abril del año siguiente.

Es cierto que aún hay infinidad de empresas solicitando empleados, que existe un déficit superior a los 10 mil trabajadores en la industria turística de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit y que es posible que gracias a esto muchos de esos trabajadores recortados encuentren con mayor facilidad un nuevo empleo pronto.

Sin embargo, lo diferentes para ellos será las nuevas condiciones laborales, el sueldo y las prestaciones. Sabemos que algunos tendrán que aceptar un ingreso económico inferior al que tenían antes de que los pasaran por las tijeras del recorte en las empresas para las que laboraban.

Es un hecho que el personal despedido obtendrá empleo, hay suficientes plazas disponibles en la región como para pensar que no lo harán. Lo preocupante en este caso es la falta de una estrategia por parte de algunos hoteles para evitar eso recortes, pues desde hace varios meses sabían que inevitablemente vendría una baja de turismo y un consecuente descenso en los ingresos económicos, así que no se pueden dar por sorprendidos.

En el caso de los trabajadores, es urgente también que tengan una mayor previsión a la hora de buscar sus empleos y mantenerse en ellos, porque visto está que bajo este esquema los “nuevos” siempre serán los “nuevos” en las empresas a donde vayan, porque si los contratan por tres o seis meses difícilmente podrán hacer “huesos viejos” en la industria del turismo.

Es así que habremos de esperar qué tan malos o regulares son estos dos meses de la temporada baja, que ciertamente se han venido sufriendo año con año en Puerto Vallarta y Riviera Nayarit desde hace 30 años, a excepción del 2022 en que todo fue miel sobre hojuelas, principalmente porque había muchos deseos de viajar entre los turistas nacionales y extranjeros que venían saliendo de la pandemia del coronavirus, porque la paridad peso-dólar beneficiaba a los norteamericanos y porque había infinidad de destinos turísticos cerrados en el mundo.

Hoy las cosas son diferentes. Por ahora tendremos que lamentar la llegada de esta temporada baja que ya afectó a varias familias en la región, con la esperanza de que haya una mayor previsión entre las empresas turísticas para pensar más en esos trabajadores que forman parte del recorte, obligado por las circunstancias que se presentan ahora mismo en el sector turístico de esta región de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit.