By Por Eugenio Ortiz Carreño/Puerto Vallarta
Quienes conocen la calle Lázaro Cárdenas, lo que es la “Zona Dorada” de Bucerías, la comparan con la “Quinta Avenida” de Playa del Carmen, por la calidad de sus restaurantes y cafeterías, sus galerías de arte, sus tiendas y sobre todo por sus residencias de lujo y edificios de condominios.
La Zona Dorada de Bucerías inicia prácticamente en lo que fuera el hotel Ejidal, que hoy opera la marca Decameron, y que se localiza en los límites con el desarrollo Flamingos y Nuevo Vallarta. A partir de ese punto, hacia el poniente, se recorre alrededor de un kilómetro, hasta el arroyo El Indio.
En ese trayecto se registra uno de los fenómenos más importantes de crecimiento, ya que tanto a un lado como del otro y en las calles paralelas se levantan grandes construcciones de edificios de condominios. Unos están en cimientos y otros ya con varios niveles parecen enormes gigantes frente al mar.
CONSTRUCCIONES
Lo que llama la atención es que no es un edificio, sino más de 10 o 15 construcciones las que están en proceso y que lamentablemente le están cambiando el aspecto a toda la calle Lázaro Cárdenas, que ahora parece más estrecha, más ‘pequeña, ante los gigantescos edificios.
De todas maneras, para muchos ir a desayunar a los cómodos cafecitos que hay entre una y otra construcción, es lo más agradable, o acudir a comer a los restaurantes italianos, o canadienses que abren a partir de mediodía, y que ofrecen la mejor cocina internacional.
ATRACTIVO ESPECIAL
Un atractivo adicional de esta zona es que todas las calles que desembocan en la carretera federal 200, desembocan también en el mar. Y es que en esta parte de Bucerías se cuidó que todas las llamadas “ventanas al mar” fueran respetadas y todas fueron debidamente equipadas con baños y regaderas públicas.
Es curioso pero el turismo nacional ignora esa característica y muchos visitantes pasan por Bucerías, y ni siquiera por curiosidad se bajan a la playa, y en muchos casos pelean con el personal de seguridad de alguno de los hoteles, porque no se les permite invadir áreas concesionadas, y los accesos al mar donde pueden llegar hasta la playa cómodamente son ignorados.
Estas son las razones por las que la “Zona Dorada” registra un crecimiento impresionante, y muchos desarrolladores buscan aprovechar el interés de inversionistas a los que les interesa comprar una propiedad en Bucerías.
