Vallarta lo aventaja en ese aspecto

Por Eugenio Ortiz Carreño

Bahía de Banderas sigue en desventaja respecto a Puerto Vallarta, a pesar del crecimiento demográfico exponencial que ha tenido, pero sus gobiernos no han aprovechado para generar una adecuada infraestructura enfocada al turismo y a los servicios en general.

Desde el punto de vista cultural, el municipio que fue creado hace 33 años, carece de una oferta cultural adecuada, con galerías e instituciones que realicen eventos culturales que atraigan al turismo extranjero y nacional e incluso fuera del Paseo Cocoteros en Nuevo Vallarta, no hay espacios más que las playas para los visitantes.

Incluso los opinantes, que omitieron dar sus nombres para evitar represalias del gobierno municipal que rechaza cualquier crítica, señalaron que el caso de Punta Mita es lamentable porque los hoteles de esa zona mantienen a sus huéspedes encerrados durante su estadía en la zona y apenas salen a ver las ballenas o a pasear a las Islas Marietas.

Paradójicamente Bahía de Banderas es un municipio diverso desde el punto de vista poblacional, cultural y escénico y cuenta al menos con diez pueblos pujantes con historia e iconografía propia; el territorio que hoy ocupa Bahía de Banderas tiene una historia y manifestaciones culturales que se remontan más allá de quinientos años.

El municipio cuenta con las plazas públicas de Valle de Banderas, que es una de las más bonitas y representativas del Estado de Nayarit. También está la plaza de San José del Valle, y todas las demás plazas hasta Fortuna de Vallejo e incluso la del fraccionamiento Valle Dorado puede ser un atractivo, pero está en el abandono.

Cuenta además con templos o Iglesias como la parroquia de Valle de Banderas, la parroquia de Bucerías, la parroquia de San José del Valle y todas las demás iglesias de los pueblos y a ello se suman patrimonio escenográfico como las Islas Marietas, Cerro del.Mono, Cerro Vallejo, Playas de todo el Municipio, el distrito de riego, la presa las Gaviotas.

También cuenta con algunos monumentos como el Buzo de Bucerías, la glorieta de los Indios Bandera y las esculturas que adornan la plaza principal de la cabecera municipal. LO peor es que algunos gobiernos municipales se han encargado de destruir parte de ese patrimonio, como el reloj y el obelisco que adornaba la plaza de San José del Valle, mismos que desaparecieron sin que se conociera el fin que tuvieron.

Hay quienes observan que al paso del tiempo los pueblos originarios se han convertido en pueblos dormitorios de grandes contingentes de trabajadores de la industria, que viajan de San Juan de Abajo a Punta de Mita, o peor aún, hasta el ejido El Monteón, porque laboran en el desarrollo La Mandarina.

La gente de Los pueblos costeros está siendo desplazada por los extranjeros que compran sus propiedades para ser ellos los que le sacan provecho y Sayulita es un ejemplo de ello, por lo que el modelo del hotel del ejido de Sayulita es un buen ejemplo de asociación exitosa donde la gente del ejido se beneficia de manera directa.

Pero ese es un caso excepcional, en la mayoría de los casos los ejidos venden la tierra a desarrolladores y de hecho no hay una estrategia coordinada para tener mayores beneficios para toda la población.

En este marco, el único alcalde que se preocupó por elaborar una estrategia turística para que la industria fuera un pilar para un desarrollo justo y equilibrado entre comunidades y regiones y desarrollar la oferta cultural, histórica, escenográfica, gastronómica etc. de los pueblos alejados de la faja costera donde la oferta de sol y playa es lo primordial, fue el ex presidente municipal Luis Arlos Tapia.

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