By 📸 Berto G. Palencia.
José Reyes Burgos
Puerto Vallarta
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En la bahía hay sin duda varios cuerpos de agua muy atractivos y que conservan su aire de lejanía con la civilización, agua limpia y rodeados por la verde naturaleza de la selva. Por ejemplo, Palo María, Los horcones, el río Cuale o el Edén, por mencionar algunos.
Pero existen una serie de cascadas consecutivas, del tipo ‘cola de caballo’, que se forman sobre la extraordinaria descendiente de la montaña en la sierra de la región, y alimentan piscinas naturales que son ideales para nadar, en un sitio perdido en la selva.
Las ‘cascadas perdidas’ de Mismaloya, se encuentran aproximadamente a dos horas de caminata, precisamente a la altura de este paraje de la bahía, pero adentrándose montaña arriba en la selva. Principalmente en tiempo de lluvia, la postal que se puede avistar al llegar al punto correcto, es digna de cualquier cuento de fantasía.
Al menos tres saltos gigantescos de agua en una pendiente de varias colinas dentro de esta parte de la Sierra Madre Occidental, bañan un paisaje selvático, que conforme se alza se vuelve más templado y cambia su vegetación a bosque.
Esta tierra es hogar de jaguares y ocelotes, venados y varis mamíferos que reclaman la zona como su intocable tierra de dominio. Visitar las cascadas es todo un reto, el acceso requiere condición física y paciencia, mucha planeación y precauciones.
Pero llegar vale la pena, tras sudar horas por el esfuerzo de caminar casi siempre montaña arriba, se llega a una zona transitable donde es posible disfrutar de un baño en piscinas alimentadas por la brisa fresca de la cascada, en un espacio semi despejado
No es muy conocido el paraje, por su accidentado acceso y lo lejano que está a la mancha urbana principal. Pocos extranjeros visitan estas cascadas. Pero quien termina el tour, cuenta maravillas sobre visitar un lugar que parece sacado de una tierra perdida.
