By Por Jorge Bátiz Orozco/Puerto Vallarta
Con un manejo arbitrario y el acoso constante de las autoridades, los desarrolladores siguen sufriendo de una justicia selectiva en la que a algunos constructores les permiten obras y a otros no, aun cuando han realizado la tramitación en perfecto orden.
En esta ocasión fueron los desarrolladores de la empresa FH3 quienes externaron su molestia en virtud de que los acosan, no los dejan trabajar y todo por oscuros intereses particulares.
Es importante esclarecer cuál es el origen de estos acosos, que se realice una investigación del porqué nos bloquean cuando tenemos todo en regla, incluso, agregaron, ya han politizado este asunto.
“Queremos que la Semarnat conozca nuestra versión, que nos reciba para que se le dé una solución a este conflicto que no es otra cosa que intereses particulares que afectan no nada más a la construcción sino al destino en general”.
Estamos conscientes de que quien esté actuando bien, de manera correcta y legal puede continuar con las construcciones y los que no estén reglamentados definitivamente no, “nosotros estamos haciendo las cosas bien, de ahí la molestia por estos acosos e irregularidades”.
Este es un tema de particulares que están financiando esta campaña, por lo que solicitamos nada más que se hagan las cosas de manera legal.
Los constructores explicaron que todos sus trabajos cumplen con los reglamentos municipales, con el dictamen del MIA (Manifestación de Impacto Ambiental) municipal, que avala el uso correcto de suelo, densidades y demás.
QUEJA ANTE EL MUNICIPIO
La Asociación de Vecinos de Conchas Chinas, indicaron los afectados, cuyo presidente es Jeffrie Wright, por medio de su abogado Raúl Rodríguez, presentó una queja ante el municipio para parar algunas obras, y como el desarrollo está en regla, se acercaron con la Semarnat alegando que el desarrollo no cuenta con una manifestación de impacto ambiental (MIA) federal, entonces la Semarnat revisa el caso y aplica una primera clausura porque no existía la manifestación federal, pero la verdad es que ya estaba todo en orden, no se había talado ningún árbol, ni realizado nada que afectara al medio ambiente, y como teníamos la MIA, buscamos que se hiciera por el camino cordial la presentamos ante Semarnat, ésta se tardó mucho tiempo en contestar, más de lo que prevé la ley, pero finalmente nos la niegan, y lo extraño es que la negativa la da el mismo abogado que había presentado la demanda a favor de la Asociación de Conchas Chinas, Raúl Rodríguez quien ahora funge como delegado de la Semarnat en Jalisco, y él mismo niega la MIA, aun cuando se reunían todas las características de cuidar el medio ambiente, y que se cumplía con todos los requisitos para la construcción del desarrollo.
ACOSO DE SEMARNAT
A partir de ahí empiezan una serie de acosos por parte de Semarnat y Profepa, el tema entonces se politizó, dijeron los afectados, al grado de que el mismo grupo se llevó el caso a la Mañanera, de una forma amarillista con frases como “desarrollos están impactando el medio ambiente”, “se están construyendo obras en Vallarta sin tener autorización ambiental”, poniéndonos como verdugos.
De esta forma nos tuvimos que ir por un amparo, continuaron los desarrolladores, éste nos lo dio el juez, y pudimos así seguir trabajando después de ocho meses de estar parados, sin embargo, estos señores siguieron con el acoso, al tener dentro de Semarnat a un excelente aliado, haciendo caso omiso del amparo, llegó Profepa el diciembre pasado a clausurar nuevamente.
El juez ya dio la suspensión definitiva, sin embargo, la Semarnat no ha dado la orden para que se quiten los sellos, refirieron los desarrolladores quienes dicen que estos hechos no son en pro del medio ambiente sino por intereses particulares, unos intereses de quienes tienen acaparada la colonia manejando una justicia selectiva, que se aplica para los mexicanos, pero no para algunos extranjeros.
El delegado de Semarnat, Raúl Rodríguez, es también el abogado de la Asociación de Colonos de Conchas Chinas, por lo que aseguran que tienen al enemigo en casa y que ejercen un terrible abuso de poder.
AFECTACIONES
A los 22 desarrollos que están parados les han negado la MIA, aun cuando tienen todos sus trámites realizados, lo que afecta no solo la inversión, sino a los trabajadores, la credibilidad ante los clientes, que en su mayoría son extranjeros, creando así una muy mala imagen.
Habría que analizar cuál es el impacto ambiental, explicar con peras y manzanas cuál es el objetivo del MIA, para que se establezcan las directrices por dónde se debe cuidar en realidad el ecosistema.
Para finalizar, indicaron los constructores de una de las empresas afectadas que en febrero llegó el amparo definitivo, pero ni así han levantado los sellos de suspensión, vienen de México y quitan un sello y dejan dos y se sigue sin poder continuar con la construcción.
“La obra está parada, nosotros no rompimos los sellos, pagaron un comunicado para manipular y decirle a la autoridad que nos estamos burlando de ellos, cosa que es falsa”.
Señalaron que cuando les clausuraron en diciembre y enero como si fueran delincuentes y no desarrolladores llegaron hasta con la guardia nacional.
El desarrollo Carmelinas, es un conjunto habitacional con condominios de ocho niveles, en una zona que sí permite el uso de suelo para este concepto, es importante que se siga evolucionando en el destino, seguir creciendo por el bien de Vallarta, algunos americanos quisieran ver todavía a la gente pasando en burro.
