Eugenio Ruíz Carreño
Puerto Vallarta

Raúl Carrillo López es de origen salvadoreño, pero desde hace siete u ocho años ya se hizo mexicano, pues viaja por todo el territorio nacional pidiendo ayuda para sobrevivir y así enviarle recursos a su familia que vive en El Salvador. Su historia es dramática y hace tiempo la contaba en los camiones urbanos para pedir la caridad de la gente.

Ramón salió de su tierra con el afán de llegar a los Estados Unidos y le tocó viajar en el tren que se llegó a conocer como “la bestia”, por la gran cantidad de delitos y crímenes que se cometían a bordo del mismo.

Relataba Ramón a los pasajeros del servicio urbano en Puerto Vallarta, que durante ese viaje, en determinados puntos se subían delincuentes a cobrar el “costo” del viaje y a los que no tenían dinero, simplemente los arrojaban del tren y muchos morían en las vías o los mataban ellos mismos.

En ese viaje llegó a ver hechos inenarrables de violencia y crimen y el mismo fue víctima de ella, ya que cuando viajaba, fue detectado por los criminales y sin miramientos lo arrojaron a tierra cuando el tren iba en movimiento.

Al caer, las ruedas del tren le cortó sus manos, desde entonces es uno más de los amputados que sobreviven al trauma de La Bestia’. Pero le da gracias a Dios, porque no murió como muchos más cuyos cuerpos quedaron a a su suerte sobre las vías del tren de la fatalidad.

La pérdida de sus manos no le quitó el ánimo de vivir y declinó ir a Estados Unidos, como era su primera intención, quedándose en México, donde ha encontrado acogida y el apoyo a su nueva situación. Viajó de ciudad en ciudad en busca de un apoyo, que comparte luego con su familia que vive en la patria a la que no ha vuelto, donde tiene su mujer y varios hijos.

Hoy, Ramón Carrillo ha dejado de hablar de su desgracia personal, porque pese a todo conserva el optimismo. En lugar de eso, en los camiones urbanos a los que sube para solicitar la ayuda económica a los pasajeros, les da mensajes de aliento, para que confíen en que “esto”, la pandemia de COVID19, pronto pasará.

Les recomienda ponerse ‘en las manos del Señor’, cuya palabra “no pasará” como dice el “libro sagrado” y omite intencionalmente hablar de sus manos que perdió en el fatídico viaje en “la Bestia”.

La gente se siente conmovida al escucharlo hablar, sobre todo, porque ven sus manos amputadas, y buscan en el monedero, en la bolsa del pantalón, alguna moneda o un billete para darle como apoyo a quien hoy, les da un mensaje de esperanza y de confianza para superar esta crisis.

Ramón ha buscado por diversos medios, el apoyo de organizaciones altruistas para conseguir una prótesis y hasta ahora solo ha conseguido tener una en su mano derecha, pero le falta en la izquierda. Sabe que es difícil por lo costosas que son, pero no pierde la esperanza de que alguna empresa u organización le brinde este soporte y pueda así desarrollar mejor su estilo de vida y trabajar.

image 8 1 - El migrante que sube a camiones en Vallarta para dar ánimo ante pandemia
Ramón Carrillo. / Valarta Opina.

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