Por Miguel Ángel Ocaña Reyes/Puerto Vallarta

Selma es madre de dos generaciones, tuvo su primer bebé en 1995 y  la segunda en 2015, 20 años de diferencia para criar a dos personas en diferentes épocas en las que la brecha tecnológica fue muy amplia. En entrevista, la publirrelacionista y empresaria comparte la experiencia de ser mamá en dos eras distintas.

¿Cómo es ser mamá en la era moderna?

En esta era en la que tenemos tanta facilidad con medios digitales y conectividad, tiene grandes ventajas porque te permiten continuar emprendiendo y desarrollando tus proyectos con la capacidad de tener más tiempo de calidad con tus hijos, con mi hijo mayor de 26 años y mi hija de siete, sí me tocó esa transición, quizá algunas personas no recuerdan el telegrama, el fax y todas esas cuestiones, o quizá ni las conocen, pero sí viví la transición desde lo que era todo más análogo y hoy en día lo digital, si estos medios digitales se toman desde una perspectiva de tomar ventaja de ellos, claro que pueden ser muy provechosos en comparación con lo que fue mi primera maternidad con un empleo tradicional, en el que todavía eran esas jornadas de 14, 16 horas donde el lema era “sabes a qué hora entras, pero no a qué hora sales”, y en toda esta transición vemos que todas esas nuevas generaciones ya no te aceptan trabajar más de ocho horas, incluso ya está regulada esta situación de cuidar más la psicología y la salud del colaborador, pero en el lado del emprendimiento yo le veo muchísimas ventajas.

¿Cuál es la diferencia de ser mamá en dos épocas tan distintas?

Son dos vertientes, fui mamá a mis 17 años, en esa época estaba terminando mi preparatoria, nació mi hijo y yo feliz desde la primera vez que supe que iba a tener un bebé, sin embargo hay una diferencia, de cuando tuve mi hijo a mis 17 años a cuando tuve mi hija de siete años, creo que hubo mayor preocupación a mayor edad.

Entre más joven viví una maternidad muy ligera, jugaba bastante con mi hijo, todavía brotaba mi fase infantil por ser tan joven, entonces no existía tanta preocupación porque tampoco había tanta información y no existía esa parte de las redes sociales, entonces lo que vivías era lo que me tocó vivir a mí en mi infancia, jugar en una cancha de futbol, jugar en la tierra, jugar la pelota, correr, porque independientemente de que fui mamá joven, terminé mis estudios y en ese momento en lo que terminaba mi preparatoria no trabajaba, en cuanto terminé la preparatoria empecé a colaborar en la hotelería, y de la mano continué mis estudios de universidad, entonces fue una maternidad muy ligera en el sentido de que me sentía muy feliz de ser mamá, de adoptar la maternidad.

Yo no sentí la carga de tantas preocupaciones que tienen hoy las nuevas mamás, hay aplicaciones hasta para  regular los latidos del bebé, tantos artefactos, que si ya no sabemos si es mercadotecnia o si de verdad necesitas el espejo para el vehículo, o el cinturón tal, el que conectas en el encendedor para calentarla leche, creo que la tecnología también ha sido un boom de consumismo, y también una exposición a exceso de información que genera mayor angustia, al menos con mi segundo bebé eso sentía.

Había tanta información de todo lo que podía pasar en su nacimiento en cuestión de riesgos, que me sentí más preocupada, incluso tuve un episodio de no poder dormir en 72 horas, porque tenía medio de que dejara de respirar, entonces en el sentido de ligereza de mi primera maternidad fue sin tantas preocupaciones debido a que no había tanta información de redes sociales, y yo sabía lo que tenía que saber, que era lo que me informaba mi ginecólogo cada mes, eso era suficiente; y en el nacimiento no se diga, era cada mes llevarlo al pediatra, todo está bien, su desarrollo está bien, y en ese inter tú jugabas, la tierra, la playa, cero preocupaciones, y hoy en día creo que sí es diferente, sí busco también jugar con mi hija, no mantenerla en los aparatos tecnológicos, ni en las redes sociales, ni a todo esto, no podemos mantenerlos en una burbuja, porque aunque yo no le preste un celular, hay canciones que hablan de un like y de cosas que a veces ellos todavía no le encuentran el sentido, pero te promueven porque está sociabilizado ya hay menores que están en primaria y ya tienen una Tablet.

¿Qué implicó educar a dos niños de dos generaciones?

Recuerdo que a mi hijo nunca le quise comprar esas cosas del Xbox, había muchas cosas que mejor yo decía, vamos a la playa, vamos a sacar el perro, y ya hasta que tuvo 16, 17 años ya fue inevitable, pero sí por ejemplo hace una semana estuvo increíble, mi hijo que tiene 26 estuvimos asistiendo al evento de golf que estuvo aquí en Vallarta, y que es un tema de interés de él, entonces a mí como mamá me genera tener dos atmósferas, porque a pesar de que él ya vive por su cuenta, disfruto el espacio con él, y disfruto un espacio con mi hija, son dos escenarios muy diversos, muy diferentes, y que los gozo muchísimo, porque con mi hijo mayor es una camaradería, una amistad, una relación de mucho cariño, de mucho amor, de respeto, de admiración, de impulso, de compartir con él lo que en su momento yo como hija, quizá no me vi tan acompañada, pero que hoy ya tengo esas herramientas para cuando me pregunta cosas como, “quiero trabajar en el extranjero”, y yo le doy ánimos, consejos, es compartir otras cosas muy padres que me da mucha felicidad por él, impulsar la parte de su trabajo tradicional, pero también el emprendimiento, y busco tener espacios con ambos por separado, y algunas actividades también juntos.

Con la niña es un nuevo ser humano que estás formando y que estás tratando de cuidar, de que no se invada de tantas noticias, todo esto que te digo de los medios digitales que ya están muy fácil al alcance donde pueden ver cosas que no sean aptas para su edad, entonces hay que estar más atentos.

Es mucho trabajo ser mamá

También creo que se ha subestimado la maternidad y en este espacio aprovecharía para darles un mensaje a las mamás, que hoy día con tanta presión social sobre si te quedas en casa, o si sales a trabajar, o si te vas a emprender, primero como mamás, felicitarlas a todas y extender esa reflexión de que estamos haciendo una labor muy importante que es criar a los seres humanos de las siguientes generaciones, a veces yo escucho en cursos cómo las mujeres también caen en ese desanimo, depresión, o esa presión social que las hace sentirse que no son valiosas porque están en casa y no están emprendiendo habiendo tanto bombardeo de que todo mundo tiene que emprender y ser exitoso, créanme que la labor más grande que pende de un hilo es la familia, y que es una mamá, una familia monoparental o con pareja es la base, no olvidemos que nuestra labor como madres es una de las más importantes, de la mano de sus padres, de la mano de la familia, y de la mano de la sociedad, entonces sí quisiera levantarles el ánimo, y créanme que un emprendimiento no puede ser más importante que formar un ser humano, hay prioridades, para todo hay  un tiempo, y todo se puede si lo vamos organizando, sin olvidar el valor que tenemos como mujeres, y como madres y que participamos en esta sociedad activamente.

¿Cuáles son las prioridades que se tienen que enseñar a los hijos?

Yo creo que cuestiones de seguridad, hace tantos años yo no estaba preocupada porque mi hijo diera un click y ya tuviera una puerta para hablar con un extraño de no sé qué edad, de no sé qué ciudad, ni de qué identidad, antes eso no existía, antes te preocupabas por salir al parque, y tener a tu hijo cien por ciento a la vista, nada más, y hoy en día en cualquier aparato electrónico sabemos que tus hijos de cuatro años, seis años, inclusive en la adolescencia o como adultos, ya tienen esos riesgos, que seguramente a mi hijo mayor no lo preparé para eso, hoy día, aunque mi hija tiene siete, ya la mayoría de sus compañeros traen una Tablet a la escuela para tener computación dos veces a la semana, y tengo que estar al pendiente de todo lo que ve, pero en algún punto no podemos vigilarlos todo, y si como adultos estamos vulnerables, tenemos que darles las herramientas.

Sí lo primero que hay que enseñarles son los valores, pero también las habilidades emocionales, las herramientas emocionales que el menor debe de tener para salir y enfrentarse al mundo, y quizá el mundo nada más sea la escuela, que es el horario en que no está con nosotros, hoy en día les tenemos que enseñar cómo cuidarse de estos medios digitales para no ser afectados, pero también en el tema del bullying, el acoso, los abusos, yo creo que hoy tenemos un trabajo muy grande, porque todo va en darles a ellos las habilidades emocionales para que el niño sepa decir “no”, sepa decir “este no es el trato digno que estoy recibiendo”, “me siento amenazado”, “me siento humillado”, “tal niño me afecta de esta forma”, porque si no les damos esas habilidades emocionales, no vamos a tener forma de supervisar las horas del tiempo que nosotros no estamos con ellos.

¿En qué época es más difícil ser mamá?

Si lo ponemos en dos temporadas, yo creo que sí era más sencillo la época análoga que hoy en día, actualmente la mamá no solo tiene que ser mamá, tiene que ser psicóloga, cibernauta, bilingüe, porque tenemos que estar al nivel de nuestros hijos, porque obviamente todo va evolucionando, yo al menos te puedo decir que sí hay más retos ahorita, pero tengo la gran satisfacción de poder administrar mis horarios, y darle esa calidad de vida a mi hija, al final eso es algo maravilloso, es difícil responder esa pregunta, porque te puedo decir, tuve menos tiempo pero de mayor calidad, es triste pero sí creo que en esta época tenemos más retos como padres de familia.

selmavazqueempresariapuertovallarta 1024x683 - “En esta época tenemos más retos como padres de familia”: Selma Vázquez, empresaria

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