La Petatera

Es curioso conocer obras de arquitectura que destacan, sobre todo, cuando se trata de una construcción totalmente hecha por indígenas de Colima en el pueblo de Villa de Álvarez.

Se trata de una plaza de toros con cupo para 5 mil personas, hecha totalmente con productos de la región. Es una placita de toros con cupo para 5 mil personas. Fue creada a raíz de un sismo en 1658, o sea hace más de 400 años.

Esta plaza tan original cambia de lugar cada año. Ubicado el terreno de 2 mil m2, la construcción se concesiona y se responsabiliza a nativos del pueblo Villa de Álvarez, cercano a la capital del estado Colima.

El detalle de la construcción de La Petatera está centrado en que gradas, ruedo, así como los corrales donde se encierra a los toros, son totalmente una artesanía que no se sabe algo parecido en México ni en España.

Son troncos, tramos d madera y el mexicanísimo petate. A primera vista, parece que la plaza puede ser arrasada por el viento. Por el contrario, está tan bien hecha, que en todos los años desde que se inició la historia, nunca se ha caído ni han ocurrido accidentes en gradas, ruedo y todas las instalaciones. Lo que nos dice que es un ejemplo de arquitectura y un modelo de construcción.

La fiesta de toros es en febrero para celebrar a San Felipe de Jesús.

El grupo de constructores tiene la suficiente experiencia para clavar lo tronos que soportan el peso de los aficionados, el ruedo de petate, con su burladero, la puerta de toros y el resto, todo de petate, aguanta las envestidas de los toros que son

bravos y de raza, de famosos criadores del toro de lidia de origen mexicano.

Saber de La Petatera me recuerda a las dos plazas que se construyeron en Puerto Vallarta, La Pandereta y La Paloma, que el matador Teófilo Gómez construyo para traer la fiesta de los toros a Puerto Vallarta, de las dos plazas, sobrevive La Paloma en el sitio que aún vemos al pasar frente la marina por la calle Politécnico. Teófilo Gómez falleció hace años, pero dejó ese recuerdo que está en poder de su único hijo.

La fiesta del toreo en La Petatera es escenario de la tradición cada año. Ahí han triunfado los mejores, incluso el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza. Son históricas las corridas un toro bravo fue indultado. Imagino el sitio de los jueces y al, que, con la trompeta, pone en marcha la corrida.

Terminada la fiesta a San Felipe de Jesús, corresponde a los mismos constructores la operación de deshacer el lienzo y las gradas, así como de los petates que se guardan para el año siguiente.

Se trata de una obra que cada año hace historia y que es un ejemplo para muchos otros pueblos donde la artesanía es una forma de sobrevivir. Este pueblo ha sobrevivido 400 años con un futuro de muchos más. El pueblo, fuera de La Petatera es tan común como muchos otros pueblos mexicanos que son ejemplo de sobrevivencia para quienes viven en este lugar.

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