Agencias/AFP/Pakistán

El estado de emergencia fue declarado este viernes en Pakistán, país sometido a un diluvio monzónico de excepcional intensidad que ha provocado desde junio 900 muertos y afectado a más de 30 millones de personas.

De las 900 víctimas mortales, 34 perecieron en las últimas 24 horas, debido a las lluvias monzónicas que empezaron en junio, indicó la agencia nacional de gestión de catástrofes (NDMA).

Más de 33 millones de personas se han visto “duramente afectadas”, según la oficina del primer ministro paquistaní. Cerca de 220.000 casas han quedado totalmente destruidas y 500.000 gravemente dañadas, según la NDMA.

El monzón, que suele durar de junio a septiembre, es esencial para el riego de las plantaciones y la reposición de los recursos hídricos del subcontinente indio. Pero también aporta su lote de dramas y destrucciones.

En Sukkur, en la provincia de Sindh (sur), particularmente afectada, los habitantes tratan de abrirse camino en las calles embarradas, repletas de escombros acarreados por las intemperies.

Según las autoridades, estas intemperies son comparables a las de 2010, año récord en el que murieron 2.000 personas y una quinta parte del país quedó sumergido por las aguas.

Pakistán es particularmente vulnerable al cambio climático. Figura en la octava posición de los países más amenazados por los fenómenos meteorológicos extremos, según un estudio de la ONG Germanwatch.

A principios de año, gran parte del país sufrió una intensa ola de calor, con hasta 51 grados Celsius registrado en Jacobabad, en la provincia de Sindh. Hoy, esta ciudad está devastada por las inundaciones, que han arrasado viviendas y dañado carretera y puentes.

La ministra del Cambio climático, Sherry Rehman, que habló este miércoles de “catástrofe de magnitud inédita”, anunció el estado de emergencia y lanzó un llamado a la ayuda internacional.

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