By Por Miguel Ángel Ocaña Reyes/Puerto Vallarta
La prevalencia de gatos ferales y callejeros en Puerto Vallarta se ha convertido en una plaga que amenaza la supervivencia de otras especies nativas, tales como reptiles, aves y pequeños mamíferos, mismos que son víctimas del instinto de caza de los felinos, cuya presencia en la isla del río Cuale ha sido sustentada por ciudadanos amantes de estos animales, quienes por descuido o ignorancia han hecho de este lugar un refugio para los felinos alimentándolos y protegiéndolos.
Sin embargo, esta actitud afecta directamente a la vida silvestre, y no es suficiente con esterilizar a los animales, pues su instinto natural los lleva a depredar a otros animales, así lo explica el especialista en fauna silvestre, Armando Rubio Delgado.
“En el mal manejo de la fauna doméstica, que no esterilicemos a nuestros gatos puede ocasionar un problema de sobre población, el otro problema es el permitir que los gatos deambulen por la vía pública, y recordemos que Puerto Vallarta está asentado en un medio ambiente con una biodiversidad tremenda, es una riqueza la cantidad de animales que tenemos, pero los gatos aun así, porque abogan muchas personas diciendo, es que yo lo tengo muy bien alimentado, no es eso, y el que deambulen los gatos en la vía pública, están acabando con mucha fauna nativa, y estamos hablando de aves, reptiles, mamíferos, entonces están acabando con mucha fauna por el simple instinto de cazar.”
Ante tal panorama, es de suma importancia implementar un plan de manejo para evitar que esta plaga de gatos siga creciendo sin control.
Un aspecto a considerar es que no obstante que los protectores de animales que afirman amar a todas las especies, al cuidar a los gatos de sobremanera están perjudicando a todas las demás especies, y no solamente porque los gatos son depredadores naturales, sino porque además pueden contagiar enfermedades que podían desaparecer a varias especies nativas silvestres.
Otro problema que generan estos felinos es el deterioro de las condiciones de salubridad del entorno en los son alimentados, malos olores, suciedad, dispersión de basuras, deyecciones de los animales como sucede en la isla del río Cuale, donde la gran cantidad de felinos es prácticamente incontrolable, y aunado a esto, siguen llegando personas a abandonarlos dejándolos en condición de calle, sin que la autoridad lo prohíba o intente evitarlo.
En Puerto Vallarta no se tiene un censo del número de gatos ferales ni en condición de calle, sin embargo salta a la vista su presencia en diferentes colonias del municipio.
