La esperanza es que dejemos de considerarnos un país dividido, dice presidente de AEBBA

Como país nos encontramos muy distantes de la tasa anual promedio de un 5%, necesaria para incorporar a nuestros jóvenes a la fuerza laboral. La gran esperanza es que como sociedad toquemos fondo mental, y dejemos la retórica que nos sumerge en la división y nos aleja del crecimiento y el desarrollo a los que toda sociedad libre tiene derecho: Jorge Villanueva.

El Dr. Jorge Villanueva Hernández, presidente de la Asociación de Empresarios de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas (AEBBA) en esta entrega, percibe la incertidumbre del rumbo que lleva nuestro país en el aspecto político, económico y en términos generales, por lo que considera que la gran esperanza es que como sociedad dejemos de considerarnos como un país dividido. Y lo plantea, así.

Hoy es el tercer día hábil del año 2023 y, como en todo principio de año se dejan sentir los buenos propósitos, pero de igual manera se deja sentir la incertidumbre.

Incertidumbre sobre el rumbo que lleva nuestro país en términos generales, este año es el preámbulo del proceso electoral del 2024, tan solo nos quedan 17 meses para definirnos en lo individual y definirnos en lo colectivo.

Las últimas cuatro semanas han sido de sorpresa y de esperanza, todo indica que al partido en el gobierno empieza a faltarle empaque; es decir, empieza a perder fuerza política.

Sorpresa, en el resultado de tres grandes eventos a nivel nacional: El fallido Plan A para desaparecer el INE, la elección de los presidentes en el Tribunal de Justicia Administrativa y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Y esperanza en que los contrapesos surgieron en un momento decisivo, como nunca se habían visto en lo que va del sexenio.

Se rompió el techo de cristal, lo manifestó la ministra Norma Lucía Piña y, por primera vez, la Suprema Corte de Justicia de la Nación tendrá a una mujer presidenta en su historia. Por su parte, la ministra Yazmín Esquivel Mossa, la “corcholata” del régimen, quedó eliminada en segunda ronda.

El mensaje de la ministra Norma Lucía Piña fue contundente, se manifestó honrada, comprometida, responsabilizada y obligada jurídica y moralmente a responsabilizar al Poder Judicial de la Federación a actuar con “convicción y entrega”, con pasión y honestidad.

La autonomía manifestada en la votación del pasado lunes, permitirá que en nuestro país existan garantías de respeto a la Constitución.

En puerta está la decisión sobre nuestro sistema democrático; si podremos contar con una estructura electoral que garantice “elecciones libres y confiables”; con la elección de la ministra Norma Lucía Piña renace la esperanza de resolución de varios temas de interés nacional que se encuentran en controversia y que la Corte tendrá que resolver.

Volviendo a la incertidumbre que se vive en el país, el 2022 fue un año de una inflación extrema, de alza de tasas de interés y particularmente de bajo crecimiento.

La cuesta de enero se agudiza y todo apunta a que el crecimiento de este sexenio de la 4T será un desastre, con un crecimiento durante todo el sexenio de un 0.3% anual.

Se le prometió a la nación en aquel ya lejano 1ro de julio de 2018, crecimientos de un 4%. Porcentaje muy alejado de nuestra realidad económica.

El Fondo Monetario Internacional ha pronosticado que los países en vías de desarrollo crecerían 3.7%; esta cifra significa que crecerán cuatro veces más que México.

Como país nos encontramos muy distantes de la tasa anual promedio de un 5%, tasa necesaria para incorporar a nuestros jóvenes a la fuerza laboral.

La gran esperanza es que como sociedad toquemos fondo mental, y dejemos de considerarnos como un país dividido con dos tipos de mexicanos.

Esto es una retórica que nos sumerge en la división y nos aleja del crecimiento y el desarrollo a los que toda sociedad libre tiene derecho.

Uno de los principios de la democracia es la pluralidad, respetemos este principio y sus consecuencias.

México siempre ha sido un país consciente de su diversidad y de su pluralidad, es lo que nos hace grande como país. La concordia y empatía a pesar de las diferencias de pensamiento.

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