Hay múltiples atractivos en los pueblos de Bahía de Banderas, pero no se promocionan

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Bahía de Banderas cuenta, en sus más de 20 comunidades rurales, con interesantes atractivos culturales para el disfrute turístico, pero carecen de promoción y de apoyo para su adecuado aprovechamiento. Por eso se requiere un inventario del patrimonio cultural, material e inmaterial de la costa sur de Nayarit.

Lo anterior coinciden en señalar promotores culturales de Bahía de Banderas, quienes destacan que el municipio cuenta con bonitas tradiciones, fiestas patronales de gran colorido, fiestas ejidales, y manifestaciones que dan cohesión y son esencia de la comunidad como los paseos de Santa Ana que se llevan a cabo en el mes de agosto.

También están celebraciones como la de la Virgen del Rosario de Tintoque o a los Santos, todo eso y juegos populares como el llamado “Toro de 11”, el cual se realiza todavía en pueblos como San Juan de Abajo, que tiene una importante actividad ganadera, así como en Aguamilpa y otros pueblos tradicionales.

El juego consiste en que algún vecino dona un toro manzo, el cual se deja agarrar, se le pone un collar de naranjas y se le ponen flores en los cuernos, incluso se le pinta de colores y se pasea en las calles de la localidad; se saca entre las 10 y 11 de la mañana, de ahí el nombre, juega con los muchachos que le siguen, en torno a él, se hace la llamada mojiganga, integrada por muchachos vestidos de colores, hay rejuego en la población y terminan en el lienzo charro o corral de toros.

Se hace rejuego temprano, a las 11:00 am y 1:00 de la tarde, se avientan otros toritos y es el preámbulo de las fiestas charras, de la fiesta ejidal o patronal, en la tarde va a haber una charreada o una toreada formal, e incluso pueden participar equipos  de escaramuzas y de charros, que hacen diferentes suertes, y se dan premios y se designan reinas, y el toro de 11 viene siendo la apertura.

FIESTA EN LOS PUEBLOS

Normalmente en  todos los pueblos se hacía, como por ejemplo en San Vicente para la fiesta ejidal, que es una fiesta muy grande, hay recibimiento, de atender a la gente que asiste a la fiesta; en San Juan de Abajo, también se ha visto el día del charro, para las fiestas patronales, y en Aguamilpa es una tradición que no se ha perdido.

Todas estas expresiones pueden ser de gran atractivo para el turismo nacional y extranjero, pero hasta ahora los funcionarios de turismo no han tenido la inteligencia ni la voluntad para hacer la promoción y la publicidad adecuada.

Con frecuencia los habitantes de esos pueblos se quejan de que no reciben los beneficios del turismo, y ni siquiera reciben turismo para poder ofrecer sus bienes y servicios.

No hay siquiera un tríptico con información de parte de la Secretaría de Turismo o de la Dirección Municipal de Turismo, que y los pocos guías de turismo que se animan a llevar a algún visitante extranjero a San Vicente, el Porvenir e incluso a San Juan de Abajo o a la misma cabecera municipal, Valle de Banderas, lamentan que ni siquiera hay baños adecuados a donde pueden ir los turistas en caso necesario.

Los únicos esfuerzos aislados que se han hecho son las investigaciones y ediciones de libros sobre gastronomía, donde se da a conocer la cocina de la costa, pero en general todo pasa desapercibido y los pueblos de más allá de la carretera federal 200 están olvidados, mientras solo se promueven atractivos de sol y playa.