Negocios en Bahía, presionados por los crecientes impuestos al alcohol

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Prestadores de servicios turísticos de la zona de Riviera Nayarit se sienten presionados por la aplicación de un impuesto al consumo de alcohol en bares, restaurantes e incluso centros de consumo de hoteles y negocios de hospedaje.

Los afectados consideran que este es un “impuesto sobre impuesto”, puesto que en el alcohol ya se paga un impuesto federal y otro estatal a través de las licencias de alcoholes.

Sin embargo, la Secretaría de Administración y Finanzas a través de la Dirección General de Ingresos impone el pago de impuesto a la “venta de bebidas con contenido alcohólico” y argumenta que el objeto de este impuesto es la venta de bebidas con contenido alcohólico que se realice en el territorio del estado, con excepción de aquellas cuyo gravamen se encuentra expresamente reservado a la Federación.

Se entiende por bebidas con contenido alcohólico, aquellas que a la temperatura de 15° centígrados tengan una graduación alcohólica de más de 3° G.L hasta 55° G.L incluyendo el aguardiente.

Este impuesto forma parte de una lista de gravámenes que se cobran en rubros como Impuestos Sobre los Ingresos; Impuesto sobre Juegos y Apuestas permitidas, sobre Rifas, Loterías y Sorteos; Impuesto sobre los Ingresos de las Personas; impuestos Sobre el Patrimonio, Impuesto Predial en predios Urbanos y Rústicos; además del Impuestos Sobre la Producción, el Consumo y las Transacciones; Impuesto sobre Hospedaje; Impuesto a la Venta de Bebidas con Contenido Alcohólico.

NEGOCIOS Y CLIENTES AFECTADOS

Diversos propietarios de establecimientos de alimentos y bebidas en Bucerías, que pidieron omitir sus nombres por obvias razones, manifestaron que estos impuestos gravan demasiado sus ingresos y además afectan al consumidor, porque tiene que pagar más por un servicio.

Sin embargo no son los únicos, ya que en la Cruz de Huanacaxtle, en Punta de Mita, en Sayulita, en San Pancho así como en Rincón de Guayabitos, en la Peñita de Jaltemba, e incluso en las pequeñas playas de Los Ayala y Chacala, así como en Platanitos y hasta en San Blas y otros puntos turísticos del Estado de Nayarit.

Los restauranteros asumen con resignación esta medida, con la esperanza de poder negociar con los funcionarios estatales, para obtener reducciones en los pagos anuales, así como en los permisos.