OPINIÓN

Por Jorge Berry (*) – m.jorge.berry@gmail.com

Hay veces que uno tiene el privilegio de conocer a personas especiales. Porque mi hermana tiene una perrita, Khaleesi, y fácilmente se frustra si no está limpia y bonita, por recomendación de conocidos, aquí en Vallarta encontró a Norma, que brinda servicios de “grooming” de mascotas a domicilio.

Al tiempo, Norma simplemente se convirtió en parte de Casa Berry. Khaleesi, acostumbrada al clima de la CDMX, se desespera si Norma no viene a bañarla y cortarle el pelo, y se restriega contra cualquier cobija o sillón. Pero, lo importante no es el aseo y la belleza de la perrita, sino la persona que es Norma.

Hubo un día que llegué cuando Norma bañaba a Khali, y la escuché cantando. Khali de lo más tranquila en la tina especial de baño, la observaba y se dejaba que le hiciera todo, sin protestar. En ese momento, porque yo fui músico, me di cuenta de lo especial, diferente y talentosa, que es Norma, y me senté a platicar con ella.

Me platicó que, aparentemente, siempre cantó “bonito”, pero como les pasa a tantos niños, los papás la querían presumir y eso le provocaba mucho estrés. Entonces, no fue sino hasta que, por decisión propia, entró a concursos de canto, pero hasta la secundaria, y ganó varios primeros lugares.

Sin embargo, en ese tiempo, lo más importante para ella eran los animales, que amaba con todo su corazón, cualquiera que fuera. Estudió veterinaria en Guadalajara y, haciendo sus prácticas profesionales en el área de recuperación de un hospital veterinario, donde se atienden a los animalitos más graves, durante sus rondas médicas, descubrió que, cantándoles, las mascotas se relajaban y ella también. Esto se convirtió en una rutina un tanto secreta, porque no todos los doctores creen en la conexión que existe entre la sensibilidad y la música en cualquier ser vivo.

Llegó un momento en el que fue evidente que las mascotas la esperaban para que les cantara, y Norma empezó a desarrollar la confianza en sí misma; y no sólo como cantante, sino también como compositora. Cosas de la vida que los animales nos den el apoyo que no encontramos en otras personas.

La vida y las responsabilidades laborales la llevaron a dedicar casi todo su tiempo al trabajo durante varios años, aunque nunca dejó de existir en ella esa vocación y sensibilidad musical.

Actualmente, ya convertida en una mujer más madura y consciente, ha logrado un mejor equilibrio entre su amor a los animales y sus dotes musicales.

Resulta que Norma tiene un baúl lleno de canciones que ha escrito y no ha mostrado al mundo por una cosa o por otra. Canciones alegres, tristes, de sonrisas unas y de lágrimas otras, de amor y desamor; géneros, de todos: baladas románticas, regional mexicano, pop, boleros, salsa, rock, en fin. Pero, la seguridad en uno mismo, la confianza en nuestro propio talento, son cosas que a muchos les es muy difícil reconocer. Creo, espero, que Norma va en camino de perder el miedo y darse a conocer.

Para lograr una carrera musical, Norma se ha preparado tomando cursos, asistiendo a seminarios y conferencias, conociendo y tomando consejos de reconocidos compositores. Es un esfuerzo que no termina, y que requerirá clases de canto, de guitarra, y tantas cosas más.

En el caso de Norma, también requerirá que se mantenga cerca de los animalitos que tanto ama. Esa conexión con seres vivos, inocentes, que dan su corazón desinteresadamente, es la esencia de su inspiración.

Espero que puedan verla y escucharla pronto en algún lugar en vivo, o por lo menos redes sociales. Ya se acordarán de mí.

¡Hasta el viernes, amigos de Bahía y Vallarta!

(*) Periodista, comunicador y líder de opinión con casi 50 años de experiencia profesional.

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