José Reyes Burgos
Puerto Vallarta

Pese a los números de contagios, que van en incremento, las playas de Puerto Vallarta no dejan de recibir más visitantes con cada fin de semana que transcurre desde la reapertura turística de la ciudad. En un fenómeno donde las personas buscan volver a la normalidad, haciendo turismo incluso con la adversidad sanitaria de por medio.

Este movimiento de personas hacia las playas, naturalmente ha generado un consumo en restaurantes, negocios y algunos hoteles de la franja turística vallartese, afligida por más de tres meses de cierre total durante la que fue una ‘jornada nacional de sana distancia’ o cuarentena, que fue en realidad de noventa o más días.

Otro efecto que muchos coinciden está beneficiando a Puerto Vallarta, es la continuidad en el cierre oficial de playas en la Riviera Nayarit, que aunque muchos han burlado sin consecuencias legales, ha mitigado la planeación de viajes a lugares como Punta de Mita, San Pancho o Sayulita, y en su lugar las personas optan por irse ese mismo par de días a Puerto Vallarta.

Desafortunadamente para los negocios y hoteles ‘del río Ameca para allá’, esta medida implementada y mantenida hasta estos días ha evitado que aflore una cantidad mayúscula de visitantes, pues aunque algunos se hospeden en Nuevo Vallarta o Bucerías, visitan la playa en Puerto Vallarta.

O, abiertamente, nadie puede aún promover el acceso al mar como atributo, porque técnicamente, es ilegal. Pero la autoridad estatal ni siquiera ha reforzado la vigilancia en playas, ya que el fin de semana fue posible observar tranquilamente a personas tomando sol y olas en áreas de Bucerías, Sayulita y San Pancho.

Por esto es que empresarios han urgido que las autoridades nayaritas evalúen recurrentemente la situación, ya que mientras Puerto Vallarta continúa recibiendo personas, Nayarit apenas y es sitio de tránsito para quienes llegan por la carretera federal 200.

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