EN LÍNEA

Por Humberto Aguilar

Fernando “El Toro” Valenzuela y su número 34 quedan para toda la historia en el estadio de los Dodgers de Los Angeles como ejemplo de lo que puede hacer un deportista en el beisbol.

Ese número 34 en la espalda lo lució por 11 años el pitcher mexicano, oriundo de Etchohuaquila, Sonora.

A los 21 años de edad empezó la historia que ligó al Toro Valenzuela con los Dodgers. Es una historia que empezó en 1981, cuando Fernando Valenzuela llegó como pitcher novato de los Dodgers.

Ese mismo año, Valenzuela se inmortalizó al ganar en el tercer juego de la Serie Mundial a los Yanquis de Nueva York que habían ganado los dos primeros juegos, los Dodgers ganaron los cuatro juegos siguientes para ganar la Serie Mundial.

Lo que hizo Fernando Valenzuela ese año, en el beisbol de las ligas mayores fue lo que lo ha inmortalizado en el beisbol. Además de ganar la Serie Mundial, fue reconocido como novato del año. Por sus números ganó también el trofeo Cy Young. Ganó el guante de plata por su fildeo y el guante de plata como pitcher que colaboró con su equipo a la ofensiva.

En total, Fernando Valenzuela obtuvo en su carrera 11 trofeos. Desde ese 1981 hasta la fecha se reconoce a Fernando Valenzuela como el pelotero mexicano más importante que hay llegado al beisbol.

Desde entonces, también, se han escrito muchas cosas de Fernando Valenzuela en el beisbol. Sin embargo, le falta un capítulo más en su historia: llegar al Salón de la Fama de los Estados Unidos.

Ser incluido en el Salón de la Fama es una elección por parte de quienes escriben de beisbol en Estados Unidos. No se le ha tomado en cuenta, pero es una historia que se va a hacer realidad hoy, mañana o pasado mañana.

Aun, sin llegar al Salón de la Fama, el hecho de que Fernando Valenzuela ha sido electo para que su uniforme con el número 34 se retire en el equipo de los Dodgers, lo hace inmortal. Por cierto, en México ya fue electo para el Salón de la Fama. Además, se le ha reconocido en todos los tonos en el beisbol de México en verano y en invierno. Sus números como pitcher también se van a recordar para siempre.

Un detalle que se agrega a ese homenaje que se le rindió en el estadio de los Dodgers en vivo fue que en ese día, el pasado viernes, se repartieron entre los aficionados, un muñequito con la figura del Toro Valenzuela, cuya cabecita se mueve. Fueron en total 54 mil muñequitos los que se repartieron entre los aficionados que asistieron ese día a la jornada en el estadio Chávez Rabin.

Ese muñequito lo tendremos en Puerto Vallarta por cortesía de un aficionado que, expresamente, lo traerá como regalo para Vallarta Opina.

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