Por Rodrigo López Becerril/Puerto Vallarta

Un viejo camión materialista avanza por la avenida Médico, viene de pasar la Unidad Municipal Administrativa (UMA) y cruza la avenida Politécnico para seguir hacia Mojoneras, circula lentamente y expeliendo humo negro de su escape pero además de contaminar el ambiente, va tirando la carga que contiene su caja como un fatídico reloj de arena roto que contamina visual, atmosférica y terrenalmente.

La escena se repite con mucha frecuencia, probablemente a diario, con decenas de camiones de transporte de material que circulan a toda hora por las pocas avenidas y calles del puerto, dejando el rastro de su paso, ya que lo mismo tiran cemento, que grava, arena, tierra, cartón, plástico, basura o lo que sea que trasladen, debido a que están viejos y suelen traer las cajas contenedoras en pésimas condiciones.

En su mayoría, este tipo de vehículos no traen placas, ni del estado ni del servicio público, se desconoce si pagan algún impuesto estatal o municipal pero lo que sí hacen es un grave daño a la infraestructura ya de por sí maltrecha de las calles del puerto, puesto que por su gran peso suelen ser un factor importante en el rápido deterioro de las vialidades.

Los transportistas suelen estar contratados por los desarrolladores de inmuebles, ya sea para limpiar un terreno o para llevar el material de construcción por lo que su carga suele ser arena, grava, cal, cemento, ladrillos y algunos otros productos necesarios para una obra.

En otras ocasiones trasladan residuos de terrenos, como puede ser basura orgánica e inorgánica, restos de poda, lodo, plásticos, cartón, vidrio o una mezcla de todo lo anterior, pero eso sí, sin ninguna lona o barrera que impida que los vayan regando a su paso con el brincoteo del camino o con el aire que sopla su contenido, por lo que van dejando contaminantes en todo su camino.

Varios conductores señalaron a este medio que es injusto que hagan operativos para multar por cualquier pretexto como el observar un mensaje en el celular en un alto, y no observen este tipo de situaciones que causan una mayor afectación a las calles y además comprometen la seguridad de otros conductores en el camino.

LLAMADO A DEPENDENCIAS

El llamado es al unísono tanto a Reglamentos, Protección Civil, Tránsito, entre otras dependencias municipales para que verifiquen las condiciones de operación de las transportistas que a todas luces carecen de protocolos de seguridad para los traslados que realizan.

A ello hay que sumar que en ocasiones conducen los vehículos como autos de carreras sin importar el peso que traen, la dificultad para maniobrar y esquivar obstáculos, poniendo en riesgos a todos los conductores, peatones y ciclistas a su paso.

Como se recordará recientemente de uno de esos camiones cayó una enorme roca en el libramiento Luis Donaldo Colosio, lo que pudo haber causado un severo accidente. Y lo mismo ocurre a diario con toda clase de materiales que son transportados en chatarras con ruedas con cajas rotas y sin cobertura.

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