Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Huaynamota es uno de los muchos pueblos emblemáticos de la sierra del Nayar, tierra de misiones franciscanas y tierra del Cristo conocido como “Padre Jesús”, y por ello es lugar de peregrinaciones y santuario de feligreses que buscan consuelo a sus necesidades.

Para llegar a Huaynamota desde Tepic, es necesario hacer un viaje por carretera, por las aguas de la presa de Aguamilpa y en caminos de terracería que por momentos parece inhóspita. El antropólogo Raúl Andrés Méndez Lugo relata su experiencia al viajar hasta Huaynamota para constituir el comité Ciudadano del Ecomuseo de esa comunidad.

Así comienza su relato el antropólogo: “el 23 de febrero, acudimos a la comunidad de Huaynamota, municipio Del Nayar, estado de Nayarit. Fue un viaje maravilloso a través de las aguas de la gran Presa de Aguamilpa, uno de los proyectos hidroeléctricos más importantes de nuestro país”.

“A las 5:30 de la mañana salimos de Tepic, el licenciado Mesindo Muñoz Zamora me esperaba puntualmente a escasos metros de mi casa, minutos después nos encontramos con nuestra amiga Lorena Villarreal, directora del Instituto para la Atención de los Pueblos Indígenas del Gobierno del Estado”.

EMOCIONANTE VIAJE

Raúl Andrés Méndez Lugo es coordinador de la Red de Ecomuseos de Nayarit en el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit.

Fue director de Programas Sociales de la Secretaría de Bienestar e Igualdad Sustantiva Nayarit y relata que después de 100 minutos de camino por la carretera que va a la presa de Aguamilpa, se llega al embarcadero, ahí estaban las pangas que trasladan diariamente a cientos o miles de indígenas y mestizos a muchos pueblos de la Sierra del Nayar.

“Salimos a las 5:30 de la mañana de Tepic y tomamos rumbo a la carretera que va a la presa de Aguamilpa: luego en Aguamilpa hay un embarcadero  donde toda la población que vive en las orillas del embalse de la presa, salen constantemente a bordo de lanchas a muchos pueblos, como Zapote de Picachos, Potrero de la Palmita, y entre esos pueblos está Huaynamota”.

A bordo de la lancha impulsada por un motor de 90 caballos de poder, “navegamos una hora y 10 minutos, seis a siete personas y se llegó a un punto donde la presa termina, y queda la corriente del río, es el gran río Grande de Santiago, que viene del Lago de Chapala. Ahí nos bajamos y abordamos una camioneta Pick Up, y durante media hora del embarcadero se llega a Huaynamota… Huaynamota es un pueblo mestizo e indígena,  tiene de las dos poblaciones, aunque con una mayoría de población mestiza, andan en un 50 – 50 por ciento, y tiene una gran tradición porque tienen la imagen de un Cristo muy milagroso, “Padre Jesús”, le dicen al Cristo”.

“Ese Cristo es visitado por muchos peregrinos, de muchos pueblos, incluso de fuera del Estado, que vienen a visitarlo y a pagar mandas, como en el caso de las imágenes de San Juan de los Lagos, o Talpa y Zapopan… todos esos pueblos pertenecen a la Prelatura del Nayar, que tiene como sede o capital Cora, a Jesús María”.

TIERRA DE MISIONES

El antropólogo Méndez Lugo relata que la importancia histórica de Huaynamota es que es un pueblo que estuvo en la ruta de las misiones franciscanas, como Jesús María, como Santa Teresa, como San Juan Peyotán. Son áreas del Nayar donde hay incluso todavía misiones franciscanas, y conventos de religiosas, y algunos franciscanos.

“Es un pueblo que nosotros escogimos para desarrollar el proyecto de Ecomuseo como comunidad educadora, que tiene muchas potencialidades por estar cercano a la presa, por su tradición de peregrinos, casi todos los peregrinos son los que hacen las obras de beneficio comunitario…”.

“Se logró la  constitución del Consejo, donde están todas las personas que forman parte, con misiones de trabajo como conservación, fomento artístico, promoción y difusión.

Huaynamota está a media hora del río Santiago, de la orilla de la última marea, porque las aguas de la presa también suben y bajan y hasta ahora es posible llegar a ese embarcadero, para ir al pueblo, pero si sigue el estiaje, ya no va a llegar el agua hasta ahí y los va a dejar más abajo, una media hora más del río…”.

Refiere Méndez Lugo que a pesar de que el Rio Santiago es uno de los cuerpos de agua más contaminados en el país, no registra malos olores en esas partes e incluso “pregunté por los productos de la presa y me informaron que todo está bien controlado, el pescado que se obtiene come con mucha seguridad. Ese río ha mejorado mucho por la presa, porque va dejando sus sedimentos, para que todo lo contaminado se quede en una sección donde no permite que afecte al agua…”.

En resumen, señala, “fue un bonito recorrido porque se pueden admirar cerros como “el gigante dormido”, es un cerro que aparenta como si efectivamente estuviera roncando ese gigante dormido, y son cerros que tienen nombre, por su apariencia o por sucesos ocurridos, así está el cerro de los sapos.

Y es que los pueblos nativos tenían esa costumbre de poner nombres a sus parajes y lugares singulares, todavía, le llaman por su nombre a todos los lugares y parajes. Además es bonita la vegetación, como las pitahayas, que es lo que más abunda en esos cerros.

Foto 2 2 1024x484 - Huaynamota, un emblemático pueblo de la sierra del Nayar, en el estado de Nayarit

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