Agencias/AFP/Israel

Israel intensificó los bombardeos contra la Franja de Gaza y ordenó suspender el envío de alimentos, combustible y otros suministros en respuesta a la violenta incursión de combatientes de Hamás, mientras el número de víctimas relacionadas con la guerra subió a casi mil 600 en ambos bandos.

Hamás también endureció su postura y amenazó con matar a los israelíes que mantiene cautivos en caso de que Israel ataque civiles sin advertencia alguna.

En el tercer día del conflicto, Israel seguía recuperando cadáveres tras el sorpresivo ataque de Hamás durante el fin de semana. Los trabajadores de rescate encontraron 100 cuerpos en la pequeña comunidad agrícola de Beeri. En Gaza, decenas de miles de personas huían de sus casas mientras los incesantes bombardeos de Israel destruían edificios.

El Gobierno de Israel desplegó tanques y drones en la valla fronteriza de Gaza para evitar nuevas incursiones. Miles de israelíes fueron evacuados de más de una docena de ciudades cercanas a Gaza y el Ejército convocó a 300 mil reservistas, una movilización masiva en poco tiempo.

Las medidas, junto con la declaración formal de guerra de Israel, indican que ese país está cambiando cada vez más la ofensiva contra Hamás, amenazando con una mayor destrucción en la densamente poblada y empobrecida Franja de Gaza.

Alrededor de 900 personas, incluidos 73 soldados, han muerto en Israel, según la prensa. En Gaza han fallecido más de 680 personas, de acuerdo con las autoridades.

En respuesta a los ataques aéreos israelíes, el portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida, dijo anoche que el grupo asesinará a un civil israelí cautivo cada vez que Israel ataque a personas dentro de sus residencias en Gaza “sin aviso previo”.

El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Eli Cohen, advirtió a Hamás que no debe lastimar a ningún rehén, y que “este crimen de guerra no será perdonado”.

AMENAZA HAMÁS: MATARÁ REHENES POR CADA ATAQUE

El movimiento islamista palestino Hamás amenazó ayer con ejecutar a los 150 rehenes capturados en el primer día de su inédita ofensiva contra Israel, si el Estado judío mantiene sus bombardeos contra la Franja de Gaza.

La amenaza de Hamás, que controla el empobrecido enclave desde 2007, se produce después de que Israel ordenó el “asedio completo” de este territorio de 360 kilómetros cuadrados donde malviven más de 2 millones de palestinos.

Las tensiones también escalaron en la frontera norte de Israel, con Líbano, donde militantes de Hezbolá intercambiaron fuego con las fuerzas israelíes por segundo día.

El movimiento islamista lanzó el sábado una ofensiva sorpresiva contra Israel, que compara el ataque con los atentados en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001.

Desde ese día más de 800 personas han perdido la vida del lado israelí y más de dos mil 600 resultaron heridas, según las autoridades. Los milicianos de Hamás mataron hasta 250 personas que participaban en un festival de música cerca del enclave palestino, según la ONG Zaka.

Del lado palestino, 687 personas murieron por los bombardeos israelíes y dos mil 900 resultaron heridas, según las últimas cifras de las autoridades locales.

El Ejército israelí anunció ayer que retomó el “control” de las localidades del sur infiltradas por milicias de Hamás, aunque admitió que aún “podría haber terroristas en la zona”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió prepararse para una guerra “larga y difícil” y llamó a formar un gobierno de “unidad nacional”.

“Lo que Hamás vivirá será difícil y terrible (…) vamos a cambiar Oriente Medio”, dijo.

El brazo armado de la organización islamista replicó en un comunicado que “cada ataque contra nuestro pueblo sin previo aviso será respondido con la ejecución de uno de los rehenes civiles”.

“El enemigo no entiende el lenguaje de la humanidad y la ética, así que nos dirigiremos a ellos en el lenguaje que entienden”, añadieron las Brigadas Ezzeldin al Qassa.

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