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El 2024 ya está cerca, más cerca de lo que muchos creen y es que en general la línea del tiempo la marcan los sucesos, o para ser más precisos, la velocidad de los sucesos.
Estas últimas 2 semanas han estado cargadas de acontecimientos de naturaleza política.
Y si algo nos enseñó el mes de noviembre del 2022, fue la irrupción de la sociedad civil en la escena política del país.
Más de 100 ciudades marcharon en forma espontánea y voluntaria por la defensa del INE y la SCJN, algo que ningún partido político ha logrado.
Y es que nunca será lo mismo que mediante dádivas, y dinero acarrees personas a un mitin de naturaleza política a que la gente por sí sola tome consciencia de una necesidad social y se enfoque en participación en defensa de algo propio.
Hemos tomado conciencia como sociedad de que un país, para tener y ejercer con plenitud la democracia y las libertades esenciales del ser humano, requiere de un organismo electoral libre, independiente y sobre todo formado por ciudadanos.
Este siglo XXI se ha caracterizado por el desencanto total de los partidos políticos, los hemos tenido de todas las tonalidades de la geografía política.
Todos le han fallado a la sociedad que dicen representar y esto ha provocado nuevos tiempos en el quehacer político.
Después de la hegemonía priísta por largos 70 años, llegó un panismo que no supo aportar más que “más de lo mismo”.
Y después de 18 años de campaña permanente Lopez Obrador supo interpretar que el pueblo de México requería de un soporte de esperanza, algo (o alguien) a que aferrarse como sociedad para tener un mejor rumbo.
Y así comenzó la cuarta transformación, con una andanada de promesas a las que una gran parte del pueblo creyó firmemente.
Llegaba una transformación de alto calado, ni más ni menos que igual que la guerra de Independencia, igual que la Reforma y la Revolución de principios de siglo XX. Tres acontecimientos que marcaron el rumbo de un México hacia un futuro mejor.
Y como AMLO ha dicho hasta el cansancio; lo que hace falta es una cuarta transformación y por más que se ha tratado de explicar a plenitud en qué consiste esta cuarta transformación, a falta de realidades tangibles surgieron medias verdades y mentiras completas.
Crecimiento de más de 4%, seguro médico universal con medicina equiparable a la de países como Suecia y Dinamarca, abatir la corrupción, terminar con el crimen organizado repartiendo abrazos, seguridad para las madres y sus hijos pequeños desapareciendo las estancias infantiles y escuelas de tiempo completo, volviendo un caos el sistema de salud; donde se agotaron los medicamentos para el cáncer y más de 35 millones de mexicanas y mexicanos se quedaron sin seguro popular y por consecuencia sin cobertura médica.
Los pocos recursos que les dan a los adultos mayores, se les van en la compra de medicamentos a los que antes tenían derecho de forma gratuita.
Es por eso y por muchas cosas más, que la Sociedad Civil debe de enderezar la ruta y el rumbo de este país.
Así como impedimos que el INE fuera destruido y que la Corte fuera avasallada, ahora debemos de impedir que continúe el sinsentido de una cuarta transformación que ahora la cubren de “Humanismo Mexicano”.
Esto lo afirmó la aspirante a la presidencia de la República por Morena, Claudia Sheinbaum Pardo en Guadalajara Jalisco hace unos días, afirmó que en México “no hay marcha atrás; el camino está trazado” y por primera vez definió como “Humanista” al movimiento de la transformación que encabeza. Asegurando que México es el único país con pensamiento humanista.
No cabe duda que los de la cuarta transformación siempre traen otros datos.
Jalisco es un estado clave en materia electoral para el país, sin duda el tercer lugar en capacidad de votos, sólo lo sobrepasan el Estado de México y la Ciudad de México.
Jalisco es actualmente el enclave y fortaleza de Movimiento Ciudadano, están muchas cosas de carácter político por definirse en no más de quince o veinte días y de estas decisiones vendrán las definiciones para los municipios del estado de Jalisco.
Es por eso que todos aquellos personajes (hombres y mujeres) que se quieren adelantar en Puerto Vallarta en la carrera a la Presidencia Municipal, bailan cadenciosamente “LA DANZA DE LOS ILUSOS”.
En Puerto Vallarta el movimiento de la sociedad civil “VALLARTA MERECE MÁS A.C.” está convocando a toda la ciudadanía que quiere un Vallarta más próspero, un Vallarta con la menor corrupción posible, con más desarrollo económico y social que beneficie a toda la población y no sólo a unos cuantos, que quiere un Vallarta con un desarrollo inmobiliario regulado y con orden, con mejor infraestructura de comunicación y movilidad urbana, un Vallarta que opere con eficiencia y eficacia el grave problema de agua potable que se nos avecina, a que nos unamos en un gran movimiento social y político para llevar al mejor hombre o mujer al Palacio Municipal, que conforme un Ayuntamiento principalmente con ciudadanos y ciudadanas de probada rectitud, que SIRVAN a Vallarta y no se sirvan de él.
Donde los Comités Ciudadanos Municipales sean verdaderos comités de observancia, propuesta y regulación, para mejorar en todos los niveles a nuestro municipio y no sólo sirvan como la tapadera y comparsa de Presidente (a) Municipal, en donde desde siempre, cada Presidente Municipal constituye estos comités municipales a “modo” con mayoría de empleados municipales a su servicio. La mayoría de un Comité Ciudadano Municipal debe de tener dos ciudadanos por un empleado municipal proporcionalmente para que ejerza adecuadamente sus funciones.
Todos… Todos, ciudadanas y ciudadanos, cabemos en esta gran coalición por Vallarta.
¡VALLARTA MERECE MÁS!
(*) Jorge Villanueva Hernández, empresario e inversionista en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.
