Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Visitar las islas Marietas y entrar a la playa del “Amor” o playa “Escondida” sigue siendo el imán o atractivo de la Riviera Nayarit, tanto para el turismo nacional como extranjero.

Lo anterior se pudo constatar este fin de semana, en una visita al Parque Nacional cuando se observó una importante afluencia de automovilistas, tanto particulares como taxistas de los hoteles de Nuevo Vallarta, con grupos de turistas nacionales y extranjeros interesados en visitar el parque.

La mayoría de los visitantes quieren ingresar a la “Playa Escondida” y los promotores de la Cooperativa de Prestadores de Servicios Turísticos de hecho los inducen para hacer el paseo, haciendo descuentos en las tarifas establecidas.

Para una familia de cuatro personas procedentes de Sacramento, acudir al parque y entrar a la espectacular playa interior de la isla era toda una oportunidad y pagaron el paseo a mil 500 pesos por persona, gracias a un descuento otorgado por el propietario de las embarcaciones.

GRAN EXPERIENCIA  

Así fue como iniciaron el recorrido al mando del capitán conocido como Alexis y de su guía, quien se encargó de dirigir el ingreso y la salida de la familia a la Playa del Amor, porque aunque no lo dicen, ingresar por un túnel de agua es hacer prácticamente turismo de aventura, pues muchas personas sufren de ataques de pánico al entrar a la caverna de agua.

Pero el premio vale la pena, según relatara la joven familia. El viaje incluyó presentarse ante los guardaparques de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas que en una embarcación, supervisan que todos los visitantes porten el brazalete autorizado y que el capitán de la embarcación no realice actos indebidos.

EL PASEO SIGUE

Al salir de la playa escondida, los turistas abordan de nuevo la lancha, para continuar con el paseo que consiste en una visita al puente de piedra, así como a la playa la Nopalera, y realizar snorkel, en un espacio donde las aguas son más transparentes y que permiten admirar infinidad de peces de colores. El sitio resulta de un gran atractivo para adolescentes y jóvenes.

Luego el recorrido continúa por los alrededores de la isla Larga, y por la Redonda, observando las pétreas figuras y los riscos de más de 30 o 40 metros de altura, donde descansan tranquilamente los pájaros bobos patas azules, o los patas amarillas, así como los espectaculares fragatas, y los pelícanos.

Después de visitar la cueva de la virgen y de admirar las pequeñas isletas que rodean las islas más grandes, y en los que se han formado puentes naturales, los pasajeros están listos para regresar al embarcadero de Punta de Mita.

El paseo ha resultado satisfactorio para la familia, aunque no del todo para el capitán y el guía que lamentan el mal estado de las embarcaciones y la carencia de equipo complementario.

Con un mar tranquilo, con un oleaje ligero, la lancha emprende el retorno hasta la dársena en el pueblo El Anclote, donde se puede observar que más pasajeros llegan para conocer las Islas Marietas y su “Playa del Amor”, icono de la Riviera Nayarit.

This div height required for enabling the sticky sidebar