EDITORIAL

A lo largo de todos estos años hemos sostenido que las políticas públicas de un gobierno –en sus tres niveles- deben sustentarse en dotar de empleo y educación a la población económicamente activa como una forma de apoyar e impulsar su desarrollo.

Y es que, actualmente, si un padre o madre de familia tiene un empleo bien remunerado crecen las posibilidades de que sea capaz de dar educación a sus hijos. También son mayores las oportunidades para que niños, niñas y jóvenes tengan acceso a un mejor nivel educativo, aun cuando se sea en una escuela pública.

Empleo y educación -no hay más- y en ese orden, porque de lo contrario las escuelas estarían formando a los futuros desempleados que poco aportarán al país ante la falta de oportunidades.

Todo parece indicar que en estos momentos hay suficientes fuentes de empleo disponibles, si están bien o mal pagados es otro boleto, pero trabajo hay para quien quiera salir adelante.

El problema, entonces, es la educación, que por ahora está en el ojo del huracán debido al cambio en el sistema que pretende imponer el gobierno federal y la fallida edición de los libros de texto gratuitos, que a decir de los expertos –y de los no tan expertos- están dejando mucho que desear por lo desaseada que ha sido su elaboración.

Esta semana, la asociación civil Mexicanos Primero se sumó a la serie de advertencia que han venido haciendo un sinnúmero de organizaciones no gubernamentales, empresarios, maestros y padres de familia sobre las incongruencias que existen en los libros de texto gratuitos que, de entrada, dejan fuera a 12.2 millones de estudiantes de preescolar, secundaria, educación indígena y educación especial, además de no contemplar en su elaboración todos los contextos sociales ni de aprendizaje.

Mexicanos Primero advierte que se trata de “textos complejos que no atienden las necesidades de cada estudiante; se deja la responsabilidad en las y los maestros de implementar un modelo educativo que pasa de impartir distintas materias a campos formativos y del aprendizaje individual de cada estudiante a uno comunitario y contenidos que no contemplan la realidad que se vive en el sistema educativo, son algunos de los hallazgos de la revisión a los libros de texto gratuito realizada por Mexicanos Primero”.

La organización civil asegura que realizó un análisis multidisciplinario de estos materiales que de manera oficial la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) publicó en su página de Internet a tan sólo 20 días del inicio del ciclo escolar 2023-2024, desde un enfoque de derechos para verificar si los materiales garantizan el derecho a aprender de 24.4 millones de niñas y niños y adolescentes que asisten a la educación básica, de los cuales 13.3 millones cursan primaria.

Hay que decir que gracias a este análisis multidisciplinario de los libros de texto gratuitos la asociación civil hizo algunos hallazgos muy interesantes, como omitir “la inclusión de libros destinados a preescolar, secundaria, educación indígena y educación especial, es decir, deja fuera a 12.2 millones de estudiantes”.

Además, “la ausencia de datos y comprensión sobre los niveles de aprendizaje y las áreas de mejora de los estudiantes sugiere que su rendimiento seguirá siendo inferior, lo que tendrá repercusiones negativas en su futuro y en el de sus comunidades”.

Igualmente los nuevos libros de texto gratuitos “carecen de una ruta clara de aprendizaje acorde al desarrollo cognitivo de cada estudiante (…) no permiten que cada estudiante aprenda de forma autónoma porque el nivel de vocabulario y contenido en diversas partes del libro requieren, para ser comprendidos, un importante acompañamiento docente, suponiendo además que todas las niñas y los niños de primer grado cursaron el preescolar, tema en el que aún hay incumplimiento por las autoridades a pesar de su obligatoriedad. Tenemos niñas y niños que entran a la primaria sin haber cursado el preescolar; esto presenta no solo un descuido de la realidad de las aulas, sino un retroceso en las estrategias de alfabetización inicial que se han intentado poner en marcha en el país”.

A esta serie de señalamientos siguen otros tantos más que evidencian una serie de carencias que en nada contribuirán con el desarrollo de los estudiantes en México. Son varios los errores que se han encontrado hasta el momento en los nuevos libros de texto producidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Los nuevos materiales educativos para el nivel básico que elaboró la SEP, se encuentran en el centro de la polémica debido a diferentes temas, como es el contenido y ciertos elementos erróneos.

Es por ello que organizaciones civiles, no gubernamentales, padres de familia y ahora hasta partidos políticos de oposición se han lanzado contra los nuevos libros de texto, pues acusan que intentan “adoctrinar” a los estudiantes.

Sin lugar a dudas, se trata de un tema que da para mucho más. El análisis completo de Mexicanos Primero puede encontrarse completo en internet con el título “Libros de texto, un esfuerzo incompleto que atenta contra el derecho de aprender de las niñas y niños”.

Por nuestra parte, publicamos este editorial con el título “Libros de texto gratuitos, ¿futuro en riesgo?”, a sabiendas de que, lamentablemente, esa pregunta solo el tiempo la responderá…

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