By Agencias/Taxco, Guerrero
El asesinato de la niña Camila, de solo 8 años de edad, desató este jueves la inconformidad social contenida en la población de Taxco de Alarcón, Guerrero.
Al grito de “¡los niños no se tocan!”, habitantes del lugar golpearon a la mujer que presuntamente participó en el secuestro y crimen de la niña.
Esto, luego de bajar a la mujer presuntamente responsable de una patrulla en la que policías pretendía llevársela detenida.
Habitantes de la cabecera municipal de Taxco sacaron a golpes a un hombre y la mujer involucrada en el asesinato de Camila, la niña de ocho años privada de la libertad la tarde del miércoles en avenida de los Plateros.
Los primeros reportes indican que la menor fue a casa de una de sus amigas, pero nunca llegó. Tras la desaparición, se dieron a conocer videos donde se puede observar a Camila: viaja acompañada de un hombre y una mujer, quienes presuntamente la habrían privado de su libertad y luego trasladaron su cuerpo dentro de una bolsa negra de plástico.
Tras estos hechos, familiares y amigos de la niña intentaron detener a los presuntos responsables, lo que desató protestas y enfrentamientos.
El secretario de Seguridad Pública de Taxco, Doroteo Eugenio Vázquez, confirmó la muerte de la mujer linchada por una turba en la cabecera municipal de Taxco.
De acuerdo con el funcionario, el deceso se registró alrededor de las 13:50 horas, a los pocos minutos de que se le rescatara de manos de un grupo de ciudadanos enardecidos que la sustrajeron de un domicilio en el que se encontraba escondida junto con dos varones, al parecer su hijo y esposo.
Se conoció que ante la golpiza que recibía la mujer y los dos varones, elementos de la Policía del Estado, la preventiva Municipal y personal de la Guardia Nacional intervinieron para tratar de ponerlos a salvo.
Los tres fueron canalizados hacia un hospital de la localidad y de ahí serían trasladados hacia Iguala, por la gravedad de las lesiones que presentaban.
Aunque también fueron muy golpeados, los dos varones actualmente se encuentran hospitalizados bajo resguardo de la Policía del Estado y de la Guardia Nacional.
