Por Juan Carlos Arce/Ciudad de México

Luego de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) diera a conocer la aplicación del Nuevo Plan de Estudios en el ciclo escolar 2023-2024, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), denunció que el nuevo plan pone en riesgo la formación de niños, niñas y jóvenes, alejándoles de un esfuerzo por crear un pensamiento crítico y científico.

El nuevo plan establece “fases de aprendizaje”, que sustituirán a los grados académicos. De acuerdo con el documento oficial, la fase 1 está comprendida por la educación inicial, impartida de 0 a tres años; la fase 2 la integrarán los tres años de preescolar; la 3, primero y segundo de primaria; la 4, tercero y cuarto; la 5, quinto y sexto, mientras que la fase 6 estará compuesta por los tres años de secundaria. Además, propone que la educación se brinde mediante “campos formativos”, dejando atrás la enseñanza de asignaturas como matemáticas, historia, biología, etc., las cuales serán sustituidas por solo cuatro materias.

A través de un análisis, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) afirmó que el nuevo plan de estudios de educación pública básica genera incertidumbre y provocará un gran retroceso profundizando la problemática educativa, pues de acuerdo con lo analizado, este nuevo plan de estudio pierde el foco en habilidades básicas como las matemáticas y la ciencia, al plantear sólo un “enfoque comunitario”.

De acuerdo con el Banco Mundial, la pandemia dejó fuera del sistema educativo mexicano a 1.5 millones de estudiantes y ocasionó un rezago educativo equivalente a dos años de escolaridad: “A pesar de ello, en el contexto de esta crisis educativa, la SEP anunció un nuevo plan de estudios para educación básica que carece de los fundamentos para hacerle frente y atenta contra la formación de talento y de capital humano competitivo”, declaró el IMCO.

A este análisis se han sumado protestas al respecto por parte de especialistas, catedráticos, madres y padres de familia en todo el país, quienes afirman que los nuevos libros de texto presentan errores de contenido, falta de orden pedagógico y amplían las brechas de desigualdad entre los estudiantes.

    En un artículo publicado en “Nexos”, la doctora en pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Irma Villalpando, denunció que, tras una exhaustiva revisión de página por página, los nuevos libros de texto gratuitos de la SEP serán “de poca utilidad” y representan “un retroceso” para la educación, pues encontró “varias deficiencias no menores a nivel didáctico”, errores de sintaxis, lecciones no unificadas e incluso un lenguaje bastante elevado para los estudiantes.

    Por su parte, Pablo Hernández, doctor en ciencias sociales por el Colegio de México (COLMEX) declaró que “el problema central es que la escuela, al mismo tiempo, debe tratar de cuidar la adecuada formación de aprendizajes entre los estudiantes, teniendo cuidado de no ampliar las brechas de desigualdad de dichos aprendizajes. Sin embargo, por lo que sabemos hasta ahora, los libros de texto no sólo se hicieron de manera apresurada, al grado de que contienen errores, sino que, además, no se preparó adecuadamente a los docentes para su implementación. Ellos tendrán que hacer lo que puedan. Y lo mismo los estudiantes”.

    La dirigencia nacional de la FNERRR, explicó que los libros de texto gratuito son una herramienta esencial para transmitir el conocimiento y formar la base educativa de los estudiantes: “Las ciencias del aprendizaje, que en los nuevos libros han recortado, ayudan a tener un pensamiento crítico, pues para saber argumentar, discernir, valorar y jerarquizar debes contar con capacidad de comprensión lectora y capacidad de pensamiento lógico, capacidades de abstracción, que con los nuevos materiales, los estudiantes no lograrán”.

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